La Sociedad Civil es la 'tercera pata' del PK, en el que intervienen también Gobiernos y las principales Asociaciones empresariales de la industria del diamante. Los miembros de esta agrupación anunciaron el pasado martes en el plenario que el Proceso celebra durante toda esta semana en Angola que se han cruzado las "líneas rojas" al permitir que Emiratos Árabes acoja la presidencia de turno del PK.
"No tenemos ninguna confianza en los Emiratos Árabes como presidente y
si su candidatura se formaliza se enviará el mensaje de que la sociedad civil ya no es un socio significativo y respetado", aseguran desde estas ONG's.
Paraiso libre de impuestosPara estas organizaciones, tanto Emiratos Árabes, como su vecino Dubai, "no sólo son un paraíso libre de impuestos para el comercio ilícito de diamantes y oro, sino que además no cuentan con el mínimo atisbo de ética". Según las cifras que manejan, estos dos países estarían comprando diamantes 'conflictivos' un 40% más baratos que el precio normal de mercado ni tampoco muestran mucha preocupación por el origen de los diamantes en bruto que distribuyen.
Emiratos Árabes y Dubai estarían comprando diamantes 'ilícitos' un 40% más baratos
El Sistema de Certificación del Proceso Kimberley exige a los países participantes a desarrollar controles internos para garantizar que los diamantes del conflicto están excluidos de los mercados internacionales. Cada cargamento de diamantes en bruto debe ir acompañado de un certificado que acredite su condición 'libre de conflicto'.
Sin embargo, a lo largo de este último año, entidades como Partnership Africa Canada, Amnistía Internacional, o el Grupo de Expertos sobre la República Centroafricana de las Naciones Unidas, han planteado su
preocupación sobre los "controles negligentes de importación" que permiten a los diamantes ilícitos procedentes de zonas como República Centroafricana, entrar en la cadena de suministro legítima.