El directivo árabe estuvo durante la semana pasada de visita oficial en Panamá y la Bolsa de Diamantes aprovechó para estrechar lazos con Dubai y Emiratos, que son dos de los principales centros mundiales de transacciones de oro y diamantes en bruto. Bin Sulayem recibió la mención de manos de Eli Izhakoff, a la sazón uno de los impulsores del Proceso Kimberley.
De hecho, este reconocimiento como miembro honorario supone un espaldarazo de la recién creada Bolsa de Diamantes de Panamá a presidencia del Proceso de Emiratos y Dubai durante 2016, después de que estos países hayan sido criticados duramente por su "falta de transparencia y de respeto a los derechos humanos".
De hecho, las organizaciones miembro de la Sociedad Civil que forman parte de Kimberley anunciaron a finales de 2015 el boicot a las reuniones del Proceso durante este año por haber cedido la presidencia de la entidad a estos dos países.