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A. Internacional: 'No se escondan tras Kimberley'

Asamblea anual del Proceso Kimberley que tiene lugar en Angola durante el mes de noviembre
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Asamblea anual del Proceso Kimberley que tiene lugar en Angola durante el mes de noviembre

La ONG publica un demoledor informe sobre el tráfico de diamantes desde Centroáfrica

miércoles 18 de noviembre de 2015, 07:00h
Las compañías distribuidoras de diamantes en bruto deben "dejar de usar el Proceso Kimberley como reclamo para asegurar que sus diamantes están libres de conflicto y de abusos a los derechos humanos", según aseguran desde la ONG, aprovechando que Kimberley celebra estos días su asamblea anual en Angola.

  • Mapa del tránsito de los diamantes ilegales según Amnistía Internacional.


  • Certificado de origen legal expedido por Camerún.


  • Grupos armados que controlan parte del comercio de diamantes en Centroáfrica.


  • Trabajo de menores en las minas locales.

El Proceso Kimberley se creó en 2003 para poner freno a los denominados 'diamantes de sangre' con los que se financiaban grupos rebeldes a través del comercio internacional de gemas. En el 'Proceso' participan 81 países y diversas asociaciones de la Industria y de la sociedad civil.

Sin embargo, el pasado mes de septiembre la ONG presentó un duro informe en el que mostraba la "debilidad sistémica" de Kimberley: Facciones armadas en la República Centroafricana siguen beneficiándose del comercio internacional de diamantes. A pesar del embargo que pesa sobre el país desde 2013, el documento afirma que desde esa fecha se han sacado al menos 140.000 quilates de diamantes, cuyos beneficios han ido a parar a las milicias armadas.
Los grupos armados habrían sacado de Centroáfrica al menos 140.000 quilates de diamantes desde 2013

Este informe lo elaboraron expertos sobre el terreno que siguieron el ciclo que recorren los diamantes antes de llegar al mercado internacional, primero a través de los países aledaños y luego a los grandes centros internacionales del diamante, especialmente a Emiratos Árabes y Amberes.

El documento refleja el trabajo infantil, el contrabando, las condiciones laborales de semiesclavitud y la evasión de impuestos, como principales problemas relacionados con el comercio de diamantes desde Centroáfrica.

"A pesar de estas evidencias desde la Industria del diamante se ha reaccionado a la defensiva y mientras, las compañías continúan escondiéndose tras la apariencia de respetabilidad que ofrece el Proceso Kimberley, en lugar de tomar medidas sobre la cadena de suministro por la que entran estos diamantes", asegura una de las responsables del documento.

Respuesta desde la Industria


La ONG se refiere al comunicado que emitió el Consejo Mundial del Diamante (WDC, la principal Asociación del Sector), tras la publicación del informe. En el escrito el Consejo admite que "aún queda mucho por hacer en Centroáfrica" pero también invitan a Amnistía Internacional a "volver" al Proceso Kimberley, tras haber participado en sus comienzos pero haberlo abandonado más tarde por "desavenencias" con la organización.

Además, desde la Industria le recuerdan a Amnistía Internacional que su investigación "ignora" los acuerdos que ya se han llevado a cabo para crear zonas 'libres de conflicto' en la República Centroafricana, así como el despliegue de empresas independientes para auditar el stock de diamantes en el país cuando se levante el embargo.

Sin embargo eso es sólo sobre el papel. De momento el Proceso Kimberley aún no ha levantado el embargo pese al anuncio de que podría llevarse a cabo este año, puesto que no parece que las condiciones hayan mejorado. De hecho, el pasado mes de agosto la administración de Estados Unidos anunció sanciones económicas contra una empresa de diamantes local (Badica) y su filial en Amberes (Kardiam), por el tráfico ilegal de diamantes.
Kimberley aún no ha levantado el embargo pese al anuncio de que podría llevarse a cabo este año

Al parecer estas empresas habrían comprado entre mediados de 2014 y marzo de 2015 al menos 1.100 quilates de diamantes en bruto en algunas de las minas controladas por grupos armados hostiles al Gobierno. Las sanciones incluyen la congelación de activos que estas empresas puedan tener en Norteamérica, así como la prohibición de realizar transferencias a ciudadanos o empresas del país.

Desde Amnistía Internacional muestran su "preocupación" porque Emiratos Árabes (uno de los principales centros mundiales del diamante) presidirá la 'mesa' del Proceso Kimberley a partir de enero de 2016 y, según el informe, este país muestra "graves lagunas" en la prevención del tráfico de diamantes.

"Gobiernos como el de Emiratos Árabes deben ahora mostrar su liderazgo", aseguran desde la ONG. "Y esto significa la creación de leyes que aseguren el compromiso de las empresas y su responsabilidad en los abusos que se llevan a cabo durante todo el ciclo del comercio de diamantes".