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BUENOS RESULTADOS PARA LA RELOJERÍA ESPAÑOLA

Crecen las ventas de relojes tradicionales mientras despegan los híbridos

Los canales de venta online comercializarán más del 50% del total de relojes en el periodo navideño

miércoles 19 de diciembre de 2018, 07:00h
Adolfo Arroyo es el presidente y fundador del Grupo Ayserco.
Adolfo Arroyo es el presidente y fundador del Grupo Ayserco.

Las previsiones de ventas del grupo relojero Ayserco para Navidades son positivas y el crecimiento previsto se acerca al 20% respecto a 2017, con un total de 75.000 unidades vendidas si se suman las dos promociones previas de estas últimas semanas: El Black Friday y el Ciber Monday, según datos de la empresa que preside Adolfo Arroyo.

En este sentido, los canales de venta online comercializarán más del 50% del total de relojes en el periodo navideño, lo que supone un crecimiento que desde Ayserco califican como “explosivo” teniendo en cuenta las características del mercado.

Por categorías, los relojes clásicos (mecánicos o cuarzo) siguen siendo líderes indiscutibles con el 72% del total de las compras, aunque han retrocedido casi 10 puntos con respecto al balance de 2017.

El smartwatch sigue ascendiendo aunque “de forma más moderada” explican desde Ayserco, y consigue casi el 24% del mercado en 2018 mientras que los recién llegados híbridos (clásicos con conectividad) cierran el año con un 4% de las ventas.

Un mercado en pleno cambio

El diseño de calidad es el nuevo eje en la relojería de moda. El tiempo de las creaciones impersonales ha pasado y ahora se busca la pieza más singular aunque tenga una tarifa superior. Para el director general de Grupo Ayserco, Adolfo Arroyo “el interés renovado por la relojería ya es un hecho incontestable a todos los niveles”.

Aumentan las ventas especialmente entre los clientes de 28 a 40 años aproximadamente: "Tras el boom de los smartwatch se retorna al reloj clásico, al tiempo que despega el reloj híbrido". “En cualquier caso se puede decir que hemos entrado en el tiempo del diseño, así, con mayúsculas” concluye Arroyo.