El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha confirmado este viernes la voluntad de la Unión Europea de "restringir" el comercio de diamantes rusos, según informa Europa Press.
"Los diamantes rusos no son para siempre", ha declarado Michel, durante la cumbre del G7 en el foro de Hiroshima, en Japón. Allí también ha anunciado que quiere "cerrar la puerta a las lagunas jurídicas" de las que, señala, el Kremlin se aprovecha para "continuar agitando la llama de la guerra en Ucrania".
Las fuentes europeas, sin embargo, ven poco probable que se avance lo suficiente en este sentido como para que la industria de diamantes, cuyo valor de exportaciones se estima en 4.000 millones de dólares, unos 3.700 millones de euros, sea incluida en el paquete de sanciones sobre el que trabaja en estos momentos la Unión Europea.
Además, aclaran que las conversaciones se centran en un "mecanismo que permita la trazabilidad del diamante", de modo que se puedan reducir las ganancias rusas sin que se vean afectadas el resto de industrias europeas que colaboran posteriormente en su transformación.
Asimismo, y según informa eldiario.es, Los países del G7 se encuentran discutiendo actualmente los detalles del sistema que quieren poner en marcha para restringir las exportaciones rusas de diamantes, una medida que ya aplican en cierta medida los miembros del Grupo de los Siete EE.UU., Canadá y el Reino Unido.
Estos tres países han impuesto sanciones sobre la entidad rusa Alrosa, el mayor productor mundial de diamantes y una fuente significativa de ingresos para el Kremlin dado que es parcialmente propiedad del Estado ruso.
Un registro para determinar el origen de los diamantes
En este sentido, el mayor desafío que afronta el G7 es la complejidad de determinar con exactitud el origen de las piedras preciosas que se comercian en importantes mercados mundiales.
Por ello, se contempla la creación de un registro detallado que incluya información sobre dónde tuvo lugar la extracción y pulido o modificación de las piedras preciosas similar al ya empleado para impedir el comercio de los llamados "diamantes sangrientos" procedentes del centro de África.
Las exportaciones rusas de diamantes en 2021 ascendieron a unos 4.600 millones de euros, según el Observatorio de Complejidad Económica, vinculado al Instituto de Tecnología de Massachusetts (Estados Unidos).