Esas son las conclusiones de un estudio presentado el pasado viernes por los geólogos de la Universidad de Columbia , que colaboran con la firma Peregrine Diamonds --una filial del grupo De Beers adquirida en 2018-- en una simbiosis en la que la minera financia la investigación de los geólogos en la comprensión de la tectónica de placas, al tiempo que buscan filones de kimberlita de la que extraer diamantes.
Las pruebas encontradas a unos 200 kilómetros de profundidad corresponden a fragmentos de cratones, que son restos de la corteza continental que formaban la superficie de la tierra hace miles de millones de años, según publica la revista Mining.com.
Como asegura la geóloga de la Universidad de Columbia Maya Kopylova, el fragmento recientemente identificado “ agrega aproximadamente el 10% a la extensión conocida del cratón del Atlántico Norte, una parte antigua de la corteza continental de la Tierra que se extiende desde Escocia hasta Labrador”.
Éxito en la búsqueda de diamantes
Al tiempo que ha supuesto un importante hallazgo geológico, la filial de De Beers en este territorio de Canadá también ha encontrado un importante potencial comercial en al menos dos de las zonas analizadas.
La veta de kimberlita CH-6 contiene aproximadamente 18 millones de quilates a una profundidad de 525 metros bajo de la superficie. La otra, denominada CH-7 contiene aproximadamente 4.2 millones de quilates a una profundidad de 240 metros.