El presidente de Facet Barcelona, José Miguel Serret, se convirtió la semana pasada durante una rueda de prensa en el principal embajador del Parque Joyero de Cordoba al invitar a las empresas internacionales a invertir en la ciudad. Serret afirmó que están “teniendo conversarciones con firmas que facturan más de 100 millones de euros” para que piensen en Córdoba como centro de producción europeo, por su rentabilidad, ubicación y formación...
Y es que, a juicio de Serret, la ciudad y en concreto el Parque Joyero de Córdoba pueden ser un auténtico motor para la joyería española. “Si tenemos en cuenta que EE.UU prácticamente sólo importa productos; Asia tiene unas calidades limitadas y Europa, con Italia, Francia, Alemania y España lideran la fabricación de Joyería pero sólo nuestro país cuenta con una relación calidad/costes más competitiva”.
“Lo tenemos todo” sentenciaba Serret. “Con la calidad de vida, el clima, el desarrollo tecnolólgico y el talento podemos atraer a grandes empresas, sólo hace falta el trabajo entre todos para convencerles”, añadía.
La sostenibilidad, una forma de vida y de proyecto empresarial
Durante su presentación a los medios, el presidente de Facet recordó también que “las empresas estamos para obtener rentabilidad, pero esa rentabilidad tiene unos límites, que es la sostenibilidad”.
¿Y qué significa esto? Para Facet no es una moda, es un estilo de vida, “una norma no jurídica que nos imponemos las propias empresas para hacer las cosas basada en las personas y en el medio ambiente” añadía Serret, que habla con pleno conocimiento de causa pues desde su empresa lideran el proyecto Tracemark para la trazabilidad de los diamantes naturales desde la mina al consumidor.
Serret: El dinero no es el fin, sino la consecuencia de hacer las cosas de una manera determinada
“Nosotros tenemos la capacidad de ejercer presión en toda nuestra cadena de suministro y, por lo tanto, solamente seleccionamos empresas y proveedores que tengan estos mismos criterios, eliminando a los que emplean malas prácticas. Hoy en día se puede trazar todo y por lo tanto es nuestra obligación, una voluntad auto-impuesta, discriminar a las empresas que no cumplen con esas normas”.
“El dinero no es el fin, sino la consecuencia de hacer las cosas de una manera determinada” explicaba el empresario. “Por el camino pierdes oportunidades de negocio porque hay empresas, clientes, a los que sólo les interesa el precio y no preguntan nada más. Pero esta selección hace que los mejores siempre trabajen juntos.
