La reentrada de República Centroafricana al comercio legal de diamantes podría producirse de forma inminente después de que un equipo de observadores enviados por el Proceso Kimberley haya calificado a la región productora de Berberati, al suroeste del país, como “zona compatible” con los criterios de Naciones Unidas para levantar las sanciones.
A continuación, la directiva del Proceso Kimberley comunicará al Consejo de Seguridad de la ONU este juicio favorable para que se pueda tramitar el levantamiento de las sanciones que pesan sobre el país desde mayo de 2013 y así poder exportar diamantes procedentes, al menos, de esa región en concreto.
Cabe recordar que la República de Centroáfrica sufrió un golpe de estado hace tres años cuando la milicia musulmana Sèlèka derrocó al Gobierno y tomó brevemente el poder, enfrentándose a la facción cristiana denominada Anti Balaka. La ONU mandó una misión de paz al país que aún se mantiene con enfrentamientos permanentes y también con algunas acusaciones de abusos por parte de las tropas extranjeras.
Estos y otros pequeños grupos armados han venido sembrando el terror en el país a lo largo de este tiempo beneficiándose de los diamantes controlando los emplazamientos mineros y cobrando, mediante extorsiones, "impuestos" o dinero de "protección" a mineros y comerciantes.
Elecciones democráticas en febrero
Después de tres años de conflicto se ha retomado cierta normalidad y el pasado mes de febrero se celebraron elecciones en la República Centroafricana que decidieron el retorno a un gobierno de mayoría cristiana que ha prometido un “país pacífico y reconciliado”, aunque aún siguen manteniéndose focos de tensión y zonas mineras incontroladas.
La presidencia del Proceso Kimberley (en manos de Emiratos Árabes este año) ha pedido expresamente al recién elegido Gobierno centroafricano que sea la empresa local Sodiam quien concentre las operaciones de exportación. Un dato a priori irrelevante, si no fuera porque esa firma está bajo sospecha de comerciar con diamantes de sangre según han denunciado ONG’s como Amnistía internacional.
Denuncias de las ONG’s
Y es que precisamente Amnistía Internacional no cree que la situación esté tan clara como para retomar en breve las exportaciones. Según el informe que elaboró el año pasado sobre este país, uno de los principales problemas se encuentra en que, a lo largo de estos años de conflicto, empresas legalmente constituidas como Sodiam –la mayor exportadora del país- habrían acumulado más de 60.000 quilates de diamantes comprados a grupos armados como Balaka, según sus investigaciones.
La ONG pide al nuevo Gobierno que “confisque” los diamantes a menos que Sodiam y otras empresas exportadoras puedan demostrar que no han financiado a grupos armados. “Los Estados y las empresas no pueden seguir utilizando el Proceso de Kimberley como hoja de parra para asegurar a los consumidores que sus diamantes proceden de fuentes éticas”, denuncian.