www.goldandtime.org

SEGÚN EL ÚLTIMO INFORME SOBRE EL TERRENO DE UNA ONG

Camerún, el coladero para los diamantes de conflicto africanos

miércoles 07 de diciembre de 2016, 07:00h
Dos mujeres trabajando en una mina artesanal al este de Camerún, en la frontera con Centroáfrica.
Ampliar
Dos mujeres trabajando en una mina artesanal al este de Camerún, en la frontera con Centroáfrica.

La República de Centroáfrica es el único lugar del mundo de donde actualmente salen ‘diamantes de conflicto’ en su definición más clásica. Y aunque el país sufre un embargo de Naciones Unidas desde que estalló la guerra civil en 2013, la ONG Partnership África-Canadá muestra en un informe cómo la producción de diamantes ilícitos se cuela en el mercado internacional a través de su frontera con Camerún.

“Camerún permite a los diamantes de conflicto procedentes de la República de Centroáfrica cruzar sus fronteras y entrar a la cadena de suministro internacional debido a los pobres controles, al contrabando y a la corrupción”, aseguran desde la ONG. Hay que recordar también que Camerún es el país que más refugiados acoge procedentes del conflicto en el país vecino, superando las 250.000 personas.

La trazabilidad de los diamantes entre Camerún y Centroáfrica es una broma. Si Estados Unidos, con sus drones y tecnología es incapaz de controlar el tráfico de drogas desde México, ¿qué les hace pensar que el Proceso Kimberley puede controlar el comercio ilícito de diamantes entre estos dos países?

El informe llamado ‘De conflictivos a ilícitos’ investiga los fallos de Camerún en la implantación de la Agenda de Certificación del Proceso Kimberley, de la que forma parte desde 2012. El informe sale a la luz precisamente en vísperas de que esta organización visite el país para analizar los controles internos en el comercio de diamantes del Gobierno camerunés.

Y es que, mientras que la respuesta al comercio de diamantes desde el estallido del conflicto civil en República de Centroáfrica fue inmediata, con la imposición de un embargo desde Naciones Unidas, “las investigaciones sobre el terreno muestran que estos controles no han sido tan rigurosos en los países aledaños, el verdadero coladero para las gemas” asegura Joanne Lebert, la directora ejecutiva de la ONG.

La explicación es relativamente sencilla: Buena parte de los 900 kilómetros de frontera que Camerún comparte con República Centroafricana es también zona diamantífera donde toda la producción es artesanal.

De este modo, los comerciantes con pocos escrúpulos compran diamantes de contrabando procedentes del país vecino y los declaran como producidos en Camerún. Luego, la corrupción policial y administrativa de Camerún hacen el resto, con lo que estos diamantes automáticamente se ‘blanquean’ de cara al mercado exterior, acompañados de su correspondiente certificado Kimberley que los declara ‘libres de conflicto’.

Confusión de cifras

Los últimos datos de exportaciones de diamantes procedentes de Centroáfrica son de 2012 y en ese año produjo más de 365.000 quilates, lo que le situaba en el décimo productor mundial por valor.

Por su parte, la producción oficial de Camerún entre 2013 y 2016 asciende aproximadamente a 3.000 quilates anuales. Sin embargo, la ONG explica que, aunque aparentemente esa gran producción de Centroáfrica no ha supuesto un aumento en las exportaciones del país vecino, a comienzos de este año se interceptó un envío con falso certificado Kimberley procedente de Camerún que pretendía ‘lavar’ 4.523 quilates de diamantes. Un solo envío que sobrepasa en mucho la supuesta producción anual de Camerún, explican desde la ONG.

Como inicio para establecer una solución la ONG pide al Proceso Kimberley que someta a Camerún a una vigilancia más estrecha imponiendo “medidas especiales” con revisiones trimestrales en las que ningún diamante deje el país sin una revisión de expertos independientes que averigüen el verdadero origen de las gemas.

Acceda al informe completo, en inglés, a través de este enlace.