No es la primera vez que el IGI es el encargado de certificar estos diamantes únicos en su género. Ya en 2017 documentó una primera colección con más de 2.000 informes. “Esta segunda colección superará los 1.000 informes creados en los próximos meses” nos explican desde el Instituto. Las piedras certificadas y selladas se venderán principalmente a coleccionistas e inversores bajo la denominación Collectors Edition.
“En medio de los desafíos presentados durante el año pasado, el Instituto se enorgullece de estar certificando una cantidad sustancial de diamantes rosas”, tal y como nos explica la directora general del IGI, Deborah Pienica.
Una mina única en su clase
La mina Argyle operó exactamente durante 37 años y produjo 865 millones de quilates de diamantes en bruto, si bien solo una fracción de ellos eran de rosas o rojos. También produjo otros diamantes de color, incluidos champán, coñac y azul pero a diferencia de estos, los rosas y rojos no adquieren su apariencia de elementos como el nitrógeno o el boro.
Su coloración única se crea mediante distorsiones en la red cristalina que resultan del intenso calor y la presión durante su formación. “Geológicamente, la mina era única en su clase” nos explican desde el Laboratorio.