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PRODIAM 2013 / Luis Eduardo Cortés

El presidente de Ifema reivindica la exclusividad del diamante y recuerda la necesidad de la certificación

La intervención de Luis Eduardo Cortés en ProDiam apostó por estrechar el vínculo entre joyería y gemología

jueves 29 de octubre de 2015, 11:35h

¿Porqué es el diamante la gema más apreciada en el mundo?. Bueno, es una gema --y voy a utilizar una expresión muy elemental- bella, bellísima. Todas podemos decir que lo son. Pero quizá el diamante, y las tallas que lo acompañan, sobre todo la talla brillante tiene una transparencia, una vida, un color que le hace evidente ser enormemente atractiva.

El presidente de Ifema reivindica la exclusividad del diamante y recuerda la necesidad de la certificación

Gira el encuentro en torno a dos figuras: La gemología y la joyería. Primero, sobre la gema que creo que es la gema más importante de todas, que es el diamante. Es la gema más valorada, en general, por todos los habitantes de este amplio y muy conocido mundo, y todo ello armonizado con el conocimiento de la gemología y su enlace con el mundo profesional de la joyería. Eso al final crea un conjunto ciertamente interesante.

¿Porqué es el diamante la gema más apreciada en el mundo?. Bueno, es una gema --y voy a utilizar una expresión muy elemental- bella, bellísima. Todas podemos decir que lo son. Pero quizá el diamante, y las tallas que lo acompañan, sobre todo la talla brillante tiene una transparencia, una vida, un color que le hace evidente ser enormemente atractiva.

En segundo lugar, tiene dureza. La más alta. Dobla prácticamente el diamante la dureza del segundo elemento en la escala de Mohs que es el Corindón. Pero entre el 9 del corindón y el 10 del diamante hay una distancia enorme. Y esa es una característica que añade un valor excepcional. Y otra razón es la durabilidad. Los diamantes que conocemos llevan en este planeta muchos más años que los de nosotros todos juntos. Trabajar con esa gema, ya sea a través del comercio en sus distintas facetas como mayoristas, importadores, etc. Y a través de las tiendas de comercio directo, con los compradores, pasa también por otros aspectos, a través de la gemología, y ese aspecto tan importante que es el los certificados.

Recuerdo cuando la gemología era un embrión en España, hace unos 40 años. Y consistía en los conocimientos que se transmitían de generación en generación a través de la experiencia. Pero la gemología como ciencia era poco conocida. A partir de esa época es cuando comienza a tomar carta de naturaleza la gemología y pasa a ser conocida y también apetecida como estudio.

Siempre he pensado que la gemología es fundamental sobre todo para los profesionales de la joyería. He considerado siempre muy importante que el propio joyero sea gemólogo, o al menos cuente con uno en su joyería. 

De los laboratorios podría decir lo mismo. Poco a poco empieza a entenderse el servicio que puede hacer un laboratorio y que, fundamentalmente, es una magnífica herramienta para los profesionales de la joyería y es también una tranquilidad para saber que lo que se está comprando o vendiendo responde de verdad a las características que pensamos que tienen o deben tener. Hoy en día los certificados están ampliamente reconocidos y aceptados. Normalmente el que va a comprar una gema tiene interés, pero tiene a su vez cierto temor por lo que se está comprando. Pues bien, el certificado garantiza que lo que se va a adquirir es exactamente lo que le han dicho que es. Y como instrumento para una mejor venta, los laboratorios hacen un trabajo fantástico.

No voy a entrar ahora a decir cuáles deben ser las características o los criterios que deben regir a un laboratorio. Eso el sentido común y el buen hacer nos deben indicar a todos cuáles deben ser esas características, ese decálogo de buen funcionamiento que creo que todos los laboratorios españoles e internacionales reconocidos, reúnen esas características.

Por lo tanto no me queda más que felicitarles por ser capaces de reunirse, de intercambiar conocimientos y, al mismo tiempo de aprender. Creo que no hay nada más bonito en la vida que el aprender y el ser capaz de enseñar lo que ya uno sabe. Sabemos que estamos todavía en una época de crisis, difícil, pero dicho eso, creo que la joyería española saldrá como saldremos todos de esta crisis, y además creo que muy bien.