Todos esperaban que la estrella de la tarde de ayer en la sala de subastas de Sotheby's fuese el anillo de Cartier que montaba un espléndido diamante fancy azul de 8 quilates, con un precio estimado entre 13 y 23 millones de euros. Pero no fue así. La pieza se vendió finalmente por unos nada desdeñables 15,9 millones de euros, pero esa fue la noche de otro diamante, en este caso rosa, que superó con mucho las expectativas y acabó vendiéndose por 19,4 millones de euros.