Último día de la subasta de joyas de Sotheby's, en París

La casa de Marchak fue fundada en Kiev en 1878 por el joyero y orfebre Joseph Marchak. En veinte años, el hombre apodado "el Cartier de Kiev" se convirtió en uno de los joyeros más prestigiosos del Imperio ruso, e incluso fue nombrado proveedor oficial del zar. Aclamada por su creatividad y sofisticación técnica, la empresa debe su éxito al ingenio de su fundador.

René Boivin

Jules René Boivin nació en París el 26 de febrero de 1864. A los veintiséis años, René Boivin era un consumado artesano, joyero y orfebre con un perfecto dominio del dibujo. Se casó con Jeanne Poiret, hermana del diseñador de moda Paul Poiret, quien jugaría un papel esencial en el desarrollo y la influencia internacional de la casa Boivin.

Apasionado por la naturaleza, René Boivin construyó su reputación a través de la creación de joyas y objetos preciosos inspirados en un bestiario ecléctico.

En 1917, René Boivin murió, dejando el control de la joyería a Madame Boivin. Con ingenio y sentido empresarial llevó a la casa de René Boivin a convertirse en una figura emblemática de la joyería francesa del siglo XX.

La señora Boivin decidió primero detener la producción de objetos preciosos, con la excepción de algunos encargos de piezas de estilo oriental.

Pero en la década de 1920, la situación de la mujer estaba cambiando. También estaban más inclinados a ir a las fiestas asociadas con los locos años veinte, vistiendo atuendos excepcionalmente adornados. Ante estos cambios, Madame Boivin retomó la producción de objetos preciosos y pidió a los talleres de la empresa que crearan accesorios engastados con piedras preciosas y adaptados a este nuevo estilo de vida. La casa producía bolsos en ante y seda con cierres finamente trabajados y complementos: estuches de belleza, estuches para polvos, estuches para pintalabios, frascos de perfume, pitilleras y encendedores.

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  66

  Tipo: lote

  RENÉ BOIVIN

  Poudrier argent et émail | Polvo compacto de plata y esmalte

  ESTIMACIÓN: 3.000 - 6.000 EUR
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  sesenta y cinco

  Tipo: lote

  RENÉ BOIVIN

  Poudrier argent, émail et turquoises | Silver, enamel and turquoise powder compact

  ESTIMATE: 2,600 – 3,500 EUR
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  63

  Type: lot

  RENÉ BOIVIN

  Poudrier argent, rubis et turquoises | Silver, ruby and turquoise powder compact

  ESTIMATE: 2,600 – 3,500 EUR
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  64

  Type: lot

  RENÉ BOIVIN

  Poudrier vermeil et saphirs | Silver-gilt and sapphire powder compact

  ESTIMATE: 2,600 – 3,500 EUR
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  61

  Type: lot

  RENÉ BOIVIN

  Poudrier vermeil et rubis | Silver-gilt and ruby powder compact

  ESTIMATE: 3,000 – 5,000 EUR
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  59

  Type: lot

  RENÉ BOIVIN

  Poudrier vermeil, émail et rubis | Silver-gilt, enamel and ruby powder compact

  ESTIMATE: 3,500 – 5,500 EUR
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  60

  Type: lot

  RENÉ BOIVIN

  Etui à rouge à lèvres argent, émail et émeraude | Silver, enamel and emerald lipstick holder

  ESTIMATE: 1,500 – 2,000 EUR
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  67

  Type: lot

  RENÉ BOIVIN

  Poudrier or et émail, "Basset" | Gold and enamel powder compact 'Basset'

  ESTIMATE: 5,000 – 7,000 EUR
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  62

  Type: lot

  RENÉ BOIVIN

  Etui à rouge à lèvres argent, émail et turquoises | Silver, enamel and turquoise lipstick holder

  ESTIMATE: 1,500 – 2,000 EUR

Fue René Boivin quien fundó la Casa de Boivin, pero fueron las mujeres que la siguieron las que cultivaron el potencial de la casa de joyería hasta que se convirtió en un ícono del siglo XX. Bajo la dirección de Madame Boivin, asistida por su hija Germaine, tres talentosas diseñadoras: Juliette Moutard, Suzanne Belperron y Marie-Caroline de Brosses, perfeccionaron, boceto tras boceto, el estilo innovador y moderno tan característico de Boivin.

Este movimiento artístico catalán evolucionó, especialmente en las artes decorativas y la arquitectura, al mismo tiempo que el movimiento Art Nouveau en Europa. La primera parte de nuestra oferta contará con joyas y complementos firmados por Masriera y Fuset y Grau, los creadores más emblemáticos de este estilo en joyería de este período. Esta selección proviene de una importante colección privada europea, con 38 lotes que se presentarán en nuestra venta de julio y otros 36 en nuestra venta de joyas finas en septiembre.

Un anillo excepcional que alguna vez perteneció a Edwige Feuillère

Pierre Sterlé abrió su propio taller a los 29 años y comenzó a crear piezas para los más grandes joyeros parisinos. En 1939, era tan conocido que aceptaba pedidos exclusivamente de clientes privados. Seis años después, abrió una boutique en París, 43 avenue de l'Opéra. Conocido por su destreza técnica, Sterlé trataba el oro como una tela, que retorcía o trenzaba en finos hilos y acompañaba con piedras de colores vibrantes. La calidad de las joyas, su originalidad y excelencia las hacen fáciles de reconocer.

Situado cerca de la Place Vendôme, Pierre Sterlé dio la bienvenida a las elegantes mujeres parisinas en un ambiente íntimo, sin escaparates. El joyero quiso diferenciarse de las grandes casas de joyería y cultivó activamente una imagen de elitismo, exclusividad y prestigio.

Joyas excepcionales

Las décadas de 1940 y 1950 marcaron la cúspide de la carrera de Pierre Sterlé. Entre sus clientes se encuentran las mayores fortunas internacionales, ávidos coleccionistas como el Rey de Egipto, el Maharini de Baroda y otras celebridades. Edwige Feuillère, la mujer fatal del cine y un icono del teatro francés, se encontraba entre los visitantes frecuentes del 43 de la Avenue de l'Opéra. Habiendo comenzado en la década de 1930 en la Comédie Française, rápidamente se unió al mundo del cine, interpretando papeles de mujeres seductoras de austera belleza. Esta imagen de la femme fatale,combinado con su carisma y talento, le dio gran fama en la década de 1940. Se codeó con famosos dramaturgos y cineastas como Gerard Philippe o Jean Marais, y fue musa de Paul Claudel, para quien interpretó el único papel femenino en una de sus obras más conocidas, Partage de Midi .

A la actriz le encantaban las creaciones de Sterlé, quien diseñó joyas que coincidían con el talento de estas mujeres excepcionales, leyendas del teatro y el cine desde la década de 1940 hasta la de 1960. El anillo que presentamos, engastado con un hermoso rubí birmano sin calentar, está rodeado por hileras de diamantes y los hilos de oro retorcidos típicos de la obra de Pierre Sterlé.