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Todas las ferias del Sector Joyero previstas para el primer y el segundo trimestre del año ya se han cancelado y algunos esperaban una vuelta a la normalidad por el mes de junio, pero a la cancelación --por segunda vez consecutiva-- de la feria de Hong Kong esta misma semana, ahora se suma el anuncio de la feria alemana Tendence, prevista para finales de junio (27-30).

La feria de Estambul empieza a mostrarse como una opción muy seria en el panorama joyero internacional, sobre todo después del espectacular crecimiento del 22% en sus cifras de visitantes durante el encuentro del año pasado y que ahora en marzo –su edición más fuerte—, espera revalidar.

Pasó a la historia como paradigma de opulencia y entre sus riquezas, el imperio otomano atesoró una amplia colección de relojes de época que desde 2012 se expone al público en el Palacio Topkapi de Estambul. Este mes de junio se cumple un año desde que abrió al público una muestra compuesta por más de 350 relojes desde el siglo XVII al XIX, adquiridos o regalados por gobiernos extranjeros. Un reflejo de la técnica y de la sociedad del momento a través de estas máquinas del tiempo.

La feria joyera de Estambul cerró sus puertas el pasado día 24 con un incremento del 39% en el número de visitantes extranjeros, alcanzando un total de 30.741 profesionales del sector, procedentes de 123 países, principalmente de Oriente Medio. Un crecimiento que sus organizadores consideran de "récord" y que augura un aumento de las exportaciones joyeras turcas "notablemente mayor que en 2018", año en el que ya experimentaron un alza del 38%.

Este mes de junio se cumple un año desde que se abrió al público la muestra, compuesta de 200 relojes desde el siglo XVII al XIX, adquiridos o regalados por los gobiernos extranjeros. Desde las manufacturas turcas y sus influencias europeas que comentamos en el artículo de ayer, pasamos a los relojes procedentes del viejo continente. Un reflejo de la técnica y de la sociedad del momento, a través de estas máquinas del tiempo.