La joyería Tiffany & Co, un icono del lujo mundial, ha anunciado que a finales de abril de este año volverá a abrir las puertas de su tienda de la Quinta Avenida de Nueva York, también conocida como 'The Landmark'.
Se trata de la joya de la corona de la marca y abrió sus puertas en 1940, pero se hizo internacionalmente conocida gracias a la película 'Desayuno con diamantes' estrenada en 1961 y basada en la novela homónima de Truman Capote. Gracias a esta escena, se ha convertido desde entonces en lugar de peregrinación para muchos turistas. Pero en los últimos años, The Landmark, una de las tiendas más grandes de Manhattan, ha estado cerrada para someterse su primera renovación integral desde su inauguración en 1940.
Ahora, se presenta de nuevo al mundo con la intención de convertirse en un símbolo de la unión entre dos opuestos: el pasado y el futuro. Así lo confirman desde la firma, quienes explican que su intención es convertirse en sinónimo de avance, transformación y actualidad. "Lo opuesto define la transformación de 'The Landmark'", aseguran.
De esta forma, mientras los interiores del edificio se han reformado por completo, en el exterior su icónica fachada se mantiene intacta, así como la famosa escultura del Atlas sosteniendo un reloj, en lo que, según señalan desde la marca, se trata de "un homenaje a la estructura original del edificio".
El nuevo establecimiento continuará siendo una de las joyerías más lujosas del mundo y albergará la colección más grande de Alta Joyería de Tiffany en el mundo, incluyendo un nuevo diseño creado para engarzar el legendario Tiffany Diamond de 128,54 quilates. Por otro lado, ahora también contará con obras de arte contemporáneo, una exposición de joyas nunca vistas hasta ahora y pantallas inmersivas. De hecho, para conmemorar la reapertura de la tienda, Tiffany & Co presentará nuevos y exclusivos diseños, que van desde relojes de diamantes hasta objetos para el hogar de edición limitada.
En la renovación integral de la joyería más conocida del mundo han participado el arquitecto Peter Marino, que reinventó la arquitectura interior y Shohei Shigematsu, que encabezó la renovación del núcleo y la infraestructura de circulación del edificio, así como la ampliación de tres pisos sobre el edificio existente. Esta ampliación de la azotea reemplaza así al espacio destinado a oficinas agregado en 1980 y presenta dos áreas diferenciadas pero conectadas entre sí.
La nueva tienda Tiffany's
En la nueva tienda, los clientes encontrarán al entra un espacio de vitrinas iluminadas por un tragaluz. Esta instalación en el techo es una composición de las distintas caras de un diamante, un diseño que, según informan desde la firma, rinde homenaje al legado y autoridad de Tiffany como proveedor de algunos de los mejores diamantes del mundo. Además, a lo largo de los 10 pisos del Landmark hay casi 40 obras de arte originales, incluidas piezas encargadas por Tiffany nunca antes vistas y obras de artistas de renombre como Damien Hirst, Julian Schnabel, Rashid Johnson, Anna Weyant o Daniel Arsham.
En la planta baja, los visitantes se sumergen en el paisaje icónico de la ciudad de Nueva York a través de paredes con pantallas de video que proyectan vistas panorámicas de Central Park y el skyline de Manhattan cuando éstas se encuentran encendidas y que se convierten en espejos cuando se apagan. Los suelos de madera de todo el edificio se remontan al diseño original de 1940. En esta planta baja, además, aparece un nuevo reloj Tiffany & Co., inspirado en la escultura del Atlas de la fachada.
El corazón de la tienda lo ocupa una escultural escalera de caracol con balaustradas transparentes y ondulantes adornadas con cristal de roca, inspirada en los diseños orgánicos de Elsa Peretti. La escalera sube del tercer al octavo piso, mientras que los ascensores permiten el acceso a todas las plantas. La octava y novena planta serán espacios dedicados a exposiciones y experiencias de marca de diferentes temáticas.