La empresa norteamericana Diamond Foundry, participada por el oscarizado actor Leonardo Dicaprio (Titanic, Érase una vez en Hollywood, El Gran Gatsby, Origen, El Renacido...), reconocido filántropo luchador por el medio ambiente y los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de la ONU para 2030, instalará en Trujillo, Extremadura, una fábrica de producción de diamantes artificiales -sostenibles-, mediante el uso de reactores de plasma, ya que está muy preocupado por la trazabilidad, impacto ambiental y ética que se genera alrededor de los diamantes.
Sostenibilidad y digitalización; inversión económica y empleo
Los promotores han escogido la región española, además, por su gran potencial en energías renovables. Supondrá una inversión de más de 650 millones de euros y podría crear 300 empleos directos.
Los diamantes artificiales de Diamond Foundry no sólo se utilizan en la alta joyería o en su aplaudida colaboración con la maison gala Balmain, sino que suponen un futuro más ecológico a la hora de digitalizar el mundo y continuar con la expansión tecnológica, ya que se utilizan en microchips y semiconductores, y pueden suponer el nuevo boom mineral tras el tungsteno/wolframio, el grafeno, o la unión de minerales del coltán, usado como los diamantes artificiales, en la fabricación de móviles, tabletas, y otros dispositivos.
El proyecto se presentó a los medios y público este viernes en Mérida, y acudieron presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el consejero delegado de la startup de Silicon Valley ya consolidada, Diamond Foundy, Martin Roscheisen, así como el presidente de Powen, Rafael Benjumea, y el secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Raül Blanco.
La inversión de unos 700 millones de euros, la creación de cientos trabajos y poner Extremadura en el punto de mira europeo y norteamericano indican, una vez más, y parafraseando a Marilyn Monro, que los diamantes -aunque sean sintéticos- son el mejor amigo, en este caso, de Extremadura.
Los microchips y semiconductores europeos llevarán gracias a Diamond Foundry el sello made in Spain.