Pues bien,
ahora se han vuelto las tornas para el Consejo del Diamante Natural puesto que, después del varapalo al productor de diamantes sintéticos, ha sido la propia Diamond Foundry quien ha pedido a la División Nacional de Publicidad de Estados Unidos (NAD) —el equivalente en España del Organismo de Autorregulación Publicitaria, Autocontrol— que se pronuncie ante las diferentes campañas publicitarias que el Consejo del Diamante ha venido difundiendo en los últimos años.
Y tras analizarlas, el organismo regulador ha resuelto emitir
una recomendación al Consejo del Diamante Natural para que “cese la difusión de ciertas afirmaciones publicitarias que comparan los diamantes minados con los de laboratorio, incluidas las emisiones de carbono asociadas con la extracción de diamantes, la rareza de los diamantes naturales, o la supuesta revalorización de los diamantes extraídos frente a los sintéticos, así como las afirmaciones que describían los diamantes extraídos como "reales", en contraste con los diamantes sintéticos”.
Un informe polémicoUna de las bases sobre las que se basa la denuncia de Diamond Foundry son
las afirmaciones que el Natural Diamond Council publicó hace ahora dos años en un informe encargado a la también polémica consultora S&P Global.El punto más controvertido era el que sostenía que las emisiones de carbono asociadas con los diamantes sintéticos son tres veces mayores que las asociadas con los diamantes extraídos. El organismo regulador determinó que la evidencia del anunciante no era lo suficientemente confiable para respaldar sus afirmaciones comparativas de emisiones de carbono.
Además, al NAD
le preocupa que estas afirmaciones incidan en los supuestos beneficios ambientales de los diamantes extraídos en comparación con los sintéticos, un mensaje que a la entidad no acaba de encajarle ya que no existen estudios científicos serios que los avalen.
Rareza y escasezAdemás, el NAD determinó que la publicidad del Natural Diamond Council que enfatiza la rareza o escasez de los diamantes naturales crea
“una falsa sensación de urgencia” sobre el suministro de estas gemas que tampoco está respaldada por una “base razonable”, al menos a corto y medio plazo.
“Si bien es probable que los problemas de suministro influyan algún día en el mercado del diamante natural, la publicidad actual transmite erróneamente el mensaje de que los consumidores podrían perder la oportunidad de comprar diamantes a un precio razonable en el futuro y, por lo tanto, deben adquirirlos ahora” asegura la organización en su nota.
‘Reales’ Vs producidos en laboratorio El productor de sintéticos Diamond Foundry también pidió el cese de la publicidad que “ataca” a la naturaleza de los diamantes creados en un laboratorio lanzando el mensaje de que sólo los naturales son “reales”.
En este sentido el NAD determinó que el uso por parte del Consejo en su publicidad de la palabra "real" para describir sus diamantes
transmite “razonablemente” el mensaje infundado de que los sintéticos tienen propiedades físicas y químicas diferentes a las de los diamantes extraídos y pide a la organización “cesar este tipo de anuncios”.
El organismo regulador expresa su
preocupación porque los consumidores pudieran vincular, erróneamente, a los diamantes sintéticos con imitaciones como la moissanita y zirconia cúbica, que no comparten las mismas propiedades físicas que los diamantes extraídos.
En su respuesta al organismo regulador,
el Natural Diamond Council "se compromete a cumplir con las recomendaciones" y asegura estar "agradecido por la retroalimentación constructiva de NAD sobre su fundamentación e incorporará las sugerencias de NAD a medida que recopile datos adicionales para respaldar sus afirmaciones publicitarias" añaden.