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Las grandes minas de diamantes se secarán en 60 años

Las grandes minas de diamantes se secarán en 60 años

martes 19 de febrero de 2019, 07:00h
Listado de las minas actualmente en funcionamiento y su fecha prevista de vida útil. (Abrir imagen en 'Pestaña nueva' para verla en mayor tamaño)
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Listado de las minas actualmente en funcionamiento y su fecha prevista de vida útil. (Abrir imagen en 'Pestaña nueva' para verla en mayor tamaño)
El mercado de la minería de diamantes tiene los días contados. Mejor dicho, los años, si hacemos caso de un estudio publicado por la Fundación para la Investigación del Diamante de Color (FCRF, en sus siglas en inglés) con sede en Israel, que da un plazo de sólo seis décadas para que cierre la última de las grandes explotaciones que operan en la actualidad.

Se trata de “la información más olvidada dentro de la industria” afirman desde esta entidad —de la que forman parte grandes grupos del sector como De Beers, Cartier, Van Cleef, Rio Tinto, o el laboratorio Gübelin, entre otros— aunque sus previsiones resultan verosímiles si nos atenemos a las reservas estimadas en las minas y canteras que se explotan a día de hoy por parte de las principales firmas mineras.

Entre otras, es público el inminente cierre de minas icónicas como la de Argyle, en Australia, de la que han salido prácticamente el 99% de los diamantes rojo, rosa y azul-violeta vendidos en el mundo, y que ya anunció su cese para los años 2020 o 2021 en función de “los costes de explotación y los precios del diamante”, según explicó la concesionaria Rio Tinto.

El informe también tiene en cuenta aperturas recientes de grandes minas, como la canadiense Gahcho Kué que comenzó a operar De Beers en 2017 pero que tiene una vida estimada entre 6 y 11 años más; o la mina Diavik, operada por Rio Tinto también en el noroeste de Canadá y que podría dejar de ser rentable en los próximos cinco años.

Entre las más longevas se encontrarían las reservas que explota Debmarine, un consorcio entre De Beers y el Gobierno de Namibia que opera a 140 metros de profundidad en la costa atlántica del país africano y que inició sus operaciones en 2002. Esta explotación submarina tiene una vida estimada entre 40 y 50 años teniendo en cuenta las reservas actuales.


Las previsiones resultan verosímiles si nos atenemos a las reservas estimadas en las minas y canteras que explotan a día de hoy las principales firmas


Y es que la ‘alerta’ que lanza la fundación FCRF procede precisamente de la propia industria. Es decir, de las reservas estimadas y de la vida útil de las 40 grandes minas en producción en todo el mundo y que suponen más del 90% de la oferta mundial de diamantes naturales.

El análisis añade que las minas pequeñas e independientes localizadas en varias partes del mundo se cerrarán mucho antes que las grandes, por lo que la importante caída de la oferta se producirá en unas pocas décadas y además no habrían —que se sepa a día de hoy— grandes inversiones destinadas a la búsqueda de nuevos yacimientos de importancia, sostiene el informe.

Nueva era para el mercado secundario y ‘desprecio’ a los sintéticos

La segunda parte del informe lanzado por la FCRF es mucho más optimista –lo que parece ser precisamente el trasfondo de este desalentador análisis y el principal interés de la fundación- y preconiza una ‘edad de oro’ para el mercado del diamante de segunda mano.

Según la entidad, “no se espera encontrar una nueva 'mega mina' en el futuro previsible” y, de hacerlo, sólo estaría operativa muy avanzado este siglo “en el mejor de los casos”.

De ahí que para ellos, la mayor mina de los próximos años será el mercado secundario de los diamantes, que “verán multiplicados su valor”, de ahí su recomendación a invertir, especialmente en las gemas de “cualidades únicas”, destinadas al mercado del coleccionismo.

Esto en realidad no es nada nuevo puesto que los diamantes de excepcionales cualidades; de tamaño y color únicos, ya alcanzan en el mercado precios astronómicos y que se mueven de forma independiente al grueso de los diamantes calidad gema empleados en joyería.

Lo que también muestra el informe es su claro posicionamiento (por no decir desprecio) respecto al mercado del diamante sintético --y ahí enlaza con las tesis de De Beers y su línea de joyería con diamantes creados en laboratorio, Lightbox--, situándolos en el segmento de la ‘bisutería’ o de los vidrios que produce Swarovski.

De hecho lo reproducimos de forma literal: “Gracias a la nueva marca Lightbox lanzada por De Beers los diamantes creados en laboratorio se posicionan en el escalafón más bajo del mercado del lujo, cercanos a los cristales de Swarovski y a las falsificaciones de los bolsos de Louis Vuitton, por lo que no forman parte de la ecuación” sostienen.

Dejamos el enlace al análisis de esta fundación para que cada uno realice sus propias reflexiones