El mercado de las grandes subastas está de enhorabuena, a juzgar por los resultados que acaba de publicar la casa Christie’s al cierre de año, con unos ingresos totales de 492,3 millones de dólares y donde han brillado por encima de todo las gemas de color, especialmente rosas y azules.
Los buenos resultados vienen respaldados por las “ventas de piezas excepcionales”, relata la directora de la división de joyería para Norteamérica, Daphne Lingon, como es el caso de la reciente adjudicación del imponente diamante rosa Pink Legacy, una gema de 18,.96 quilates que cayó bajo el martillo en Ginebra por 50,4 millones de dólares.
El segundo lote mejor vendido fue un diamante fancy azul vívido de 8,01 quilates en talla pera que se adjudicó el pasado mayo en Hong Kong por 20,5 millones de dólares (2.5 millones por quilate).
Destaca otro diamante azul, también de poco más de 8 quilates (8,08) firmado por Bulgari y que alcanzó en Nueva York la semana pasada los 18,3 millones de dolares.
En la cuarta posición entra ya en disputa otras gemas excepcionales, en este caso zafiros de Kachemir. El llamado Peacock necklace (collar pavo real) formado por zafiros y diamantes cayó bajo el martillo en Hong Kong por casi 15 millones de dólares.
Pese a estos excelentes resultados la casa de subastas va a cerrar 2018 con casi 60 millones de dólares menos cosechados en su división de alta joyería, teniendo en cuenta que el pasado ejerecicio facturó un total de 556,7 millones de dólares gracias a piezas como el soberbio diamante Pink Promise.
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_66270081c6fc1.jpg "La trazabilidad certificada es clave en las joyas")
