En el caso de Christie's se trataba de un diamante azul fancy intenso de 3,09 quilates en talla esmeralda montado en un anillo orlado con diamantes incoloros en talla baguette. La pieza se acabó vendiendo por 5,4 millones de dólares (4,4 millones de euros). Un precio muy superior a la estimación de la casa que lo situaba entre los 2 y los 3 millones de dólares.
Y aún mayor fue el margen obtenido por la filial de Sotheby's en la Gran Manzana con la venta de otro diamante azul, en este caso de 3,47 quilates. La gema también estaba cortada en talla esmeralda aunque iba sola en el anillo de platino, pero se acabó vendiendo por 6,7 millones de dólares (5,47 millones de euros) 'destrozando' las estimaciones que la situaban entre los 2 y los 2,5 millones de dólares.
Con esta venta se registra un nuevo récord para un diamante azul, con 1,9 millones de dólares por quilate, según la casa de subastas.