La entrada de Chanel en el capital de pequeñas y medianas firmas de relojería no es nueva. De hecho, esta política empezó en 1998 con Bell & Ross y en 2011 con Romain Gauthier con el ánimo de “preservar y desarrollar el savoir-faire y de apoyar a relojeros independientes”, explican desde la compañía gala.
Montres Journe SA fabrica y comercializa sus relojes mecánicos bajo la denominación F.P. Journe Invenit et Fecit y tienen su sede en el corazón de Ginebra, desde donde diseña, desarrolla y fabrica la totalidad de los movimientos, cajas y esferas de los relojes. Su producción está limitada a 900 relojes por año.
“La participación de Chanel permite a Montres Journe SA continuar con su desarrollo, asegurando su sostenibilidad, así como su autonomía”, explica la compañía en su comunicado.