El número de visitantes “ha permanecido estable respecto a la edición pasada” aseguran los organizadores, aunque este es un eufemismo que normalmente suele maquillar ligeros descensos, sobre todo teniendo en cuenta que no viene acompañado de ninguna cifra oficial.
En 2017 se regustraron un total de 105.000 asistentes, en torno al 4% menos que el año precedente.
En cualquier caso
este significativo descenso de expositores no parece preocupar a los responsables del evento pues para ellos “las actuales dimensiones de Baselworld son las óptimas”, aseguró el CEO René Kann en una conferencia que no dio paso a preguntas de los periodistas, según relatan algunos medios anglosajones.
Pese a las ausencias sí que no faltaron a la cita las grandes firmas como Patek, Swatch, LVMH, Chopard, o Chanel que no en vano cuentan con edificios propios dentro del pabellón principal (el 1), a modo de
boutiques. La mayoría ha mostrado su “satisfación” por la marcha del evento este año considerándolo
una cita “ineludible” para quien quiera ser ‘alguien’ en el ámbito de la alta relojería, explicaba el CEO de Rolex, Jean Frédéric Dufour.
Pabellones cerradosDonde sí se notaron las bajas de este año fue en el resto de espacios. Antaño repletos de fabricantes medianos y pequeños de joyería y de la industria auxiiar,
los pabellones 3 y 4 nisiquiera se abrieron y otros, como el 2, perdieron cerca de la mitad de sus expositores ya que su segunda planta permaneció cerrada a cal y canto.
En la próxima edición impresa de GOLD&TIME ampliaremos esta crónica recabando la
opinión de los expositores y visitantes españoles que acudieron a la cita 2018 de Baselworld.