En el lado contrario están las personas que sí perciben como ‘reales’ a los diamantes creados en un laboratorio, pero que sólo representan el 16% de los encuestados, según el sondeo.
No obstante hay que tomar los resultados de esta encuesta como orientativos, puesto que se trata de una consulta encargada por la Asociación de Productores de Diamantes (DPA, en sus siglas anglosajonas) y esta entidad es el lobby creado en estados Unidos en 2015 para salvaguardar los intereses de los productores de diamantes naturales frente a la creciente amenaza de los producidos por el hombre.
De esta Asociación forman parte las siete grandes compañías mineras de la industria entre los que se encuentran De Beers, Alrosa, Petra Diamonds, o Rio Tinto y que suponen prácticamente el 90% de la producción mundial.
Duras críticas a los fabricantes de sintéticos
Y con los resultados en la mano el presidente de la DPA arremete duramente contra la competencia de los diamantes sintéticos: "lo que apunta el sondeo es una creciente conciencia del consumidor de que los diamantes sintéticos carecen de valor", apunta Jean-Marc Lieberherr.
"En un momento en que todo lo 'artificial' pretende competir con, y reemplazar, 'natural' y 'real', estos resultados muestran que a los consumidores les importa el valor inherente, la autenticidad y el simbolismo que conlleva un diamante" añade Lieberherr.
Controversias aparte y vista con cierta distancia, lo que muestra la encuesta es la falta de información y el desconocimiento de los consumidores sobre este nuevo tipo de diamante. Y es que, viendo las respuestas podemos observar que se trata de una cuestión más emocional que racional, puesto que ‘reales’ son ambos diamantes si tenemos en cuenta su composición química y sus características gemológicas, idénticas en los dos tipos de diamante.