Pero el núcleo de sus colecciones tiene algo muy poco común: gira en torno a un material desarrollado por ellos llamado Lockstone y que es capaz de retener el perfume cuando se pulveriza sobre él. De esta forma, los usuarios pueden elegir la joya y acompañarla de la esencia elegida para la ocasión. Pues, según la firma, mantendrá sus propiedades durante horas.
La marca apostó desde el principio por la joyería masculina (aunque también tiene una línea femenina), un segmento muy poco explorado y que se sostiene en la mayoría de casos por una estética macarra excesivamente tópica con elementos como cruces, calaveras, colmillos… etc.
Pero este no es el caso de la firma británica, que ha creado unos diseños inspirados en los astros (luna, planetas…), además de otras formas geométricas, de líneas sencillas pero llamativas. Las piezas se trabajan en acero, con acabados pulido o chapados y también emplean piedras naturales como lapislázuli, malaquita, o amatista, entre otras.
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