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Cartografía del comercio ilícito de oro desde África Occidental

miércoles 01 de febrero de 2017, 07:00h
Minero artesanal manipulando mercurio con las manos para extraer el oro.
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Minero artesanal manipulando mercurio con las manos para extraer el oro.
Las laxas prácticas fiscales que un país como Mali aplica a la compraventa de oro, junto al descontrol de las exportaciones, le han convertido en el centro del comercio ilegal de oro en África Occidental según denuncia en un reciente informe la ONG Partnership África-Canadá.

La investigación revela que mientras la mayor parte de los países de esta región africana han adoptado medidas importantes para fomentar el comercio legal de oro —un sector que se estima, emplea a tres millones de mineros artesanales sólo en Costa de Marfil, Mali y Burkina Faso— en el caso de Mali su política fiscal resulta preocupantemente insuficiente.

Y es que este país sólo aplica un impuesto del 3% a los primeros 50 kilos de oro que las firmas locales exportan mensualmente. Una práctica que fomenta el contrabando desde los países aledaños, que ven cómo productores y traficantes atraviesan la porosa frontera de Mali con el fin de beneficiarse de esta significativa desgravación fiscal.

"Esta nociva aplicación de los tributos por parte de Mali es causa de preocupación y de desestabilización en la región, ya que promueve activamente el comercio ilícito de oro”, aseguran desde la ONG. Cabe recordar que uno de los vecinos de Mali, Burkina Faso, es el principal productor de oro de la región y se encuentra en una situación muy delicada después de un golpe de Estado militar a finales de 2014.


Las estadísticas no cuadran

A esta situación se suma el descontrol en la exportación de oro desde Mali. Su principal socio son los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y son precisamente las estadísticas de este país las que han puesto de manifiesto el descuadre en los datos:

Durante un período de cuatro años, las importaciones de oro procedente Malí por los EAU han superado sucesivamente la producción total del país africano. Mientras que Malí reportó una producción de 40 toneladas de oro en 2013, Emiratos notificó una importación de 49,6 toneladas. Y en 2014 las cifras aumentaron: Malí declaró una producción de 45,8 toneladas y los EAU unas importaciones de 59,9 toneladas procedentes de ese país.

¿Qué está sucediendo? Pues Partnership África Canadá no ha podido encontrar ninguna explicación para estas diferencias, pero plantea las implicaciones que esta situación puede conllevar para la paz en la región. La ONG demanda la aplicación de medidas de Diligencia Debida por parte de refinerías y compradores internacionales, además de un acuerdo multilateral entre los países afectados, como ya sucedió con el comercio ilegal de diamantes.