Junto al premio en metálico se entregó un trofeo especialmente creado para la ocasión, obra del joyero local Guillermo Sánchez (DPiedra Joyería). Partiendo de un pámpano procedente de una vid centenaria de la finca Juan Gil, el autor recubrió con oro de 24 quilates una de las caras hoja, dejando la otra en su forma original.
La mezcla de elementos naturales con metales preciosos para convertirlos en joya es una de las características de este autor murciano, que lleva años experimentando con estos materiales.
Sánchez ha destacado también por su reproducción del ‘paparajote de oro’, uno de los dulces más típicos de la vega del Segura, convertido también en joya por el artista y que el año pasado fue nombrado Producto Artesano del Año en la Región.