¿Qué ventajas y desventajas piensas que tienen los diamantes sintéticos para los diseñadores? Desde tu punto de vista, ¿quienes serían los consumidores clave?
Los consumidores pueden dividirse en cuatro grupos principales: El primero es el cliente con una cartera reducida pero que, con todo, aún busca adquirir un diamante atractivo y de calidad. También entrarían en esta categoría aquellos que, por el mismo dinero, quieren un diamante entre un 30% y 40% más grande que los tradicionalmente extraídos en la mina.
El Segundo grupo lo forman aquellos consumidores que no tienen intención de comprar diamantes debido a las implicaciones sociales, morales y medioambientales negativas, que la minería tradicional conlleva en algunas ocasiones. Los diamantes sintéticos se convierten así en los preferidos para este tipo de público. El tercer grupo lo forman las generaciones más jóvenes que están muy 'enganchadas' a los productos con un elevado componente tecnológico, como es el caso de los diamantes producidos en un laboratorio.
El último grupo está formado por los clientes que buscan un diamante de color. En este caso, la diferencia de precio entre un diamante sintético y uno natural es enorme, por lo que los diamantes de laboratorio se convierten en una opción mucho más accesible.
Tengo la impresión que a los fabricantes no les gusta mucho la utilización del a palabra "sintético", evidentemente no es muy comercial. ¿Cuál es el término adecuado?
Observo que constantemente ser refiere a diamantes sintéticos y me gustaría recomendarle que usase el término diamantes creados, o crecidos en laboratorio (lab grown diamond). El consumidor medio vincula el término sintético a algo falso o a una imitación, asociado a otros materiales como la circonita o la moissanita.
Los tres principales laboratorios del mundo (GIA, HRD e IGI) explican en sus certificados que este tipo de diamantes tienen exactamente las mismas propiedades ópticas, físicas y químicas que los diamantes naturales y con la única diferencia de su origen: Unos se crean en la superficie terrestre, mientras los otros lo hacen en el interior. Diamantes creados en laboratorio es un término que el consumidor comprende y no genera problemas respecto a otro tipo de gemas.
¿Se puede elegir la calidad del diamante? ¿Cuál es el tamaño máximo que se ha conseguido?
Los laboratorios reproducen exactamente el mismo proceso que se produce en el interior de la tierra para crear los diamantes. Un diamante en bruto creado en un laboratorio procede de una pequeña 'semilla' de diamante natural. Esta base se deposita en un entorno que contiene carbon, el componente básico de los diamantes, y después de una elevadísima presión y calor el diamante crece, emulando el desarrollo natural de los diamantes.
La gente suele pensar que podemos decider exactamente qué color y qué pureza se le va a dar a ese diamante, pero no es así. Podemos influir parcialmente, pero no de forma total en el resultado final aunque reproduzcamos las condiciones que se dan en el interior de la tierra. El peso, eso sí, dependerá del número de veces en las que se repita este proceso. La mayor piedra a día de hoy es de 10 quilates, fabricada a través del proceso HPHT, pero aún están por venir piezas aún mayores.
¿Cuáles son las causas que intervienen en su aún elevado coste?
La primera razón es que el precio de los equipos es elevado. Y si bien es cierto que la tecnología se desarrolla muy rápidamente, también lo es que la demanda continúa superando a la oferta disponible y aumentar la capacidad de producción puede llevar entre cinco y seis meses. Pero al tiempo que se aumenta la producción, también lo hace la demanda. Al menos así lo ha estado hacienda en los últimos dos años y se espera que continúe la misma tendencia en los próximos.
Los productores de diamantes están ofreciendo una alternativa a los consumidores que, en número cada vez mayor, sienten desapego hacia los diamantes naturales por diversas razones, entre las que se encuentran los casos de diamantes de 'sangre', el trabajo infantil y el daño ambiental que supone la minería.
Al mismo tiempo hay un número creciente de consumidores hoy en día que sienten esas preocupaciones éticas y que tienen una oportunidad para comprar un diamante de verdad evitando esos problemas. Las nuevas generaciones están educadas sobre una base de conciencia social y cuidado ambiental que está afectando a su comportamiento de compra. Otro factor importantísimo es el precio. Los diamantes incoloros creados en un laboratorio tienen un coste entre el 40% y el 50% inferior a los diamantes naturales. Pero en el caso de los diamantes de color, esta diferencia es aún mayor.
Hace un tiempo mostré a uno de los mayores expertos del mercado en diamantes fancy una gema color azul fancy vívido cortado en talla cojín y con un peso de 1,58 quilates. En ese momento no le dije que este raro ejemplar no era natural pero él estaba dispuesto a pagar un millón de dólares por la piedra. Entonces fue cuando le dije que el diamante había sido producido en un laboratorio y que ya estaba vendido, ¡pero al precio de 15.000 dólares! Nuestra firma trabaja con diamantes amarillos, naranja, coñac, azules y rosa producidos en laboratorio, lo que supone unas enormes posibilidades de crecimiento para la oferta de diseñadores, fabricantes y distribuidores de joyería, además de una alternativa de compra verdaderamente interesante para los consumidores.
¿Cuál es la situación actual del mercado de diamante sintético y qué proyección se espera?
El interés en los diamantes de laboratorio procede de todos los niveles de la industria de la joyería: venta al por mayor, fabricantes y venta al por menor. La industria está comenzando realmente a ver el potencial de proporcionar a los consumidores una alternativa de compra de diamantes de color hasta ahora inaccesible. Los diamantes creados en laboratorio son un producto completamente nuevo y los nuevos productos crean nuevos mercados.
El futuro de los diamantes creados en laboratorio es muy brillante. Las ventas se han triplicado en un año y la demanda está comenzando realmente a venir del consumidor. Las marcas y los minoristas se dan cuenta de que los diamantes producidos en laboratorio son un hecho y que están aquí para quedarse. El potencial y el margen de crecimiento es enorme. Hoy en día la cuota de mercado es de alrededor del 3%. Una cantidad que ya no es insignificante en tan corto período de tiempo y mi pronóstico es que la cuota de mercado se sitúe entre el 15% y el 20%.