El HRD de Amberes acaba de alertar sobre un nuevo intento de fraude con topacios. A sus manos llegaron dos supuestos diamantes incoloros en bruto (50,08 y 38,18 quilates) que tras el análisis resultaron ser topacios cortados y limados a modo de octaedro. En España, laboratorios como el IGE o MLlopis han detectado en otras ocasiones fraudes similares.
Según explican desde el laboratorio de Amberes los topacios son frecuentemente utilizados por los defraudadores para hacerlos pasar por diamantes y,
aunque el ojo de un gemólogo con experiencia puede detectar el fraude con una lupa, no es infrecuente que los delicuentes los puedan ‘colocar’ a clientes incautos.
Hay que tener en cuenta que
la densidan del topacio (principalmente silicato de aluminio y flúor) es muy similar al del diamante, por lo que pueden hacerse pasar por estas gemas en una medición hidrostática o con el uso de un escáner 3D (que calcula peso y volumen).
Pero más allá de la densidad,
sus cristales muestran estructuras de crecimiento muy diferentes debido a que el topacio cristaliza en el sistema ortorrómbico, mientras que los diamantes lo hacen en el cúbico, señalan desde el HRD. Eso sí, los delincuentes cortan y tallan los topacios en forma de octaedro para que exteriormente parezcan diamantes en bruto, pero su estructura interna sigue siendo la muy diferente
Además, un estudio detallado de las inclusiones, bastante grandes, añaden desde el laboratorio, también mostró la presencia de
inclusiones bifásicas típicas de topacio que son imposibles de encontrar en los diamantes.
Un fraude muy comúnCon todo, las gemas pasaron por el espectrómetro (Raman) para terminar de certificar que se trataba de un intento de fraude con topacios. Y de hecho no es la primera vez que ocurre.
Hace unos meses el
Instituto Gemológico Español (IGE) también alertó sobre otro topacio de más de 10 quilates llevado para analizar, mientras que
el laboratorio valenciano MLlopis también ha denunciado en numerosa ocasiones estos intentos de fraude.