En este caso el director del Laboratorio del IGE, Egor Gavrilenko, nos muestra algunas de las 18 piezas que le llegaron por parte de un cliente. El comprador las había adquirido en un portal de subastas de Estados Unidos y supuestamente venían acompañadas de certificados de “calidad” emitidos por un laboratorio “desconocido”.
Tras el análisis, la ‘colección’ resultó ser un surtido de irregularidades de todo tipo con el claro objetivo de estafar: Desde gemas sometidas a importantes tratamientos sin notificarlos; además de mezclas de diamantes naturales y sintéticos, junto a pesos incorrectos o el empleo de imitaciones de diamante, haciéndolos pasar por reales.
Estos son algunos de los ejemplos más escandalosos:
Sortija con supuesto rubí (material compuesto de rubí natural y vidrio de plomo), donde aproximadamente la mitad de los brillantes de la orla son diamantes sintéticos HPHT.
Misma zona de la orla observada bajo la luz UV ultra-corta en el aparato DiamondViewTM. Los diamantes sintéticos HPHT con color de fluorescencia, fosforescencia y sectores de crecimiento típicos.
Sortijas con esmeraldas naturales de baja calidad con orlas de brillantes donde observamos diamantes naturales mezclados con sintéticos.
Una sortija con diamante sintético CVD central, con numerosos diamantes pequeños naturales alrededor. Además de ser diamante sintético y no natural, su peso se indica en la etiqueta como 1 quilate, mientras que su tamaño corresponde a una piedra de aproximadamente 0,5 quilates.
Dos sortijas con moissanitas negras utilizadas como piedra central, vendidas como diamantes negros naturales. En las orlas de melee se observan diamantes naturales incoloros mezclados con diamantes sintéticos HPHT, al igual que joyas con “rubíes” y esmeraldas del mismo lote.
Más detalles en la web del IGE
