TRIBUNA DEL SECTOR
Recuerdo cuando, con ocasión de la primera edición del PRODIAM, mientras charlaba con mi inolvidable amigo Pepe Arquero al respecto de la iniciativa ––impagable y nunca suficientemente reconocida por sus propios beneficiarios–– le manifestaba mi pesimismo pues, conociendo las características del Sector, dudaba que pudiera alcanzarse una cierta sostenibilidad.