Por José Manuel Rubio| Dos cuestiones están tensionando hoy en día el sector del diamante: una es la entrada en joyería del diamante sintético y la otra no es nueva, se trata del procedimiento para reconocer los diamantes procedentes de fuentes conocidas y socialmente aceptables, dicho con otras palabras: encontrar la manera de que únicamente se comercie con diamantes que cumplen ciertas normas respetuosas tanto para las personas como para el medioambiente.
La irrupción en el mercado de los diamantes creados en laboratorio está obligando a los productores tradicionales a replantear sus estrategias, que en algunos casos pasan por un ataque frontal a esta nueva industria. Para abordar esta “amenaza” se reúnen en Madrid este lunes, en una Cumbre del Lujo organizada por el periódico Financial Times, responsables de grandes firmas como De Beers, Stephen Webster o la Asociación de Productores de Diamantes (DPA).
Ayer asistimos en Madrid a un nuevo debate entre la industria minera y los vendedores de diamantes sintéticos. Un diálogo que quedó en ‘tablas’, con las mismas posiciones que desde hace tiempo venimos publicando y sin alcanzar demasiados puntos de acuerdo. Se echó en falta a algún representante de peso entre los productores de diamantes de laboratorio, así como una actuación más incisiva por parte de la moderadora.