El éxito de las pruebas, que fueron apoyadas por una subvención de GIA, es un buen augurio para la creciente aceptación de Goldrop. Pomeroy, quien tiene su sede en Corvallis, Oregón, habló con JCK sobre cómo funciona Goldrop, los beneficios del sistema y por qué el uso de mercurio es ‘‘como una espada de Damocles que se cierne sobre la industria‘‘.
Al fundar Mercury Free Mining, ¿por qué centró todas sus energías en erradicar el mercurio de la minería de oro en lugar de otros problemas que enfrentan las comunidades artesanales? He sido seguidor de Peter Diamandis, el fundador de la Fundación XPrize, y me hizo una pregunta en un podcast: ‘‘Si pudieras hacer una diferencia en la vida de mil millones de personas en los próximos 10 años, ¿cómo lo harías?‘‘ Fue inmediato para mí que el mayor problema para mí como diseñador de joyas es el mercurio.
Con nuestra junta, retrocedimos y [decidimos] encontrar proyectos sobre el terreno donde podamos demostrar que el mercurio es, en mi opinión, realmente nuestro problema más apremiante. No creo que haya un problema más grande que la industria de la joyería pueda atender en este momento, especialmente cuando se trata de lo que se está volviendo cada vez más importante para nuestros clientes: ESG [gobernanza ambiental y social] y DEI [diversidad, equidad e inclusión].
El mercurio tiene un impacto mucho mayor que los diamantes de sangre: es completamente global y está afectando a 100 millones de personas. Los mineros de oro artesanales y de pequeña escala y sus comunidades son la mayor fuente de contaminación por mercurio en el planeta.