El acuerdo ha venido sufriendo altibajos ya desde los primeros rumores de adquisición que surgieron a finales del pasado octubre. Los primeros desencuentros aparecieron en el mes de marzo, justo cuando el Covid-19 comenzó a golpear al sector del lujo y desde entonces las cosas han ido a peor.
La firma joyera ha denunciado públicamente en los últimos meses la “demora injustificada” en los trámites para obtener los permisos regulatorios necesarios, atribuyéndola a una estrategia pensada para renegociar el acuerdo.
La fecha límite comprometida es el próximo 24 de noviembre pero justo anteayer LVMH emitió un comunicado reconociendo que no continuaría con la adquisición debido a “una solicitud del Ministerio de Exteriores de Francia” que vendría así a responder a las amenazas de la imposición de elevados aranceles a los productos del lujo galos por parte de Estados Unidos.
"Creemos que LVMH buscará utilizar cualquier medio disponible en un intento de evitar cerrar la transacción en los términos acordados", aseguraba el presidente de Tiffany, Roger Farah, en un comunicado.