Al hilo de mi columna del mes pasado, titulada Los Ciclos, he tenido conocimiento de una publicación en una de las redes sociales –concretamente en Facebook– realizada por la empresa 925lab en la que, no sin prestar algo de aquiescencia a lo que yo manifestaba respecto del inmovilismo del sector, sin embargo llamaba la atención sobre su percepción de que, en el mismo, sí se estaban produciendo novedades, y a gran velocidad.
Pues bien, valorando las cosas con perspectiva debo entonar el mea culpa, y reconocer que el contenido de dicha publicación es absolutamente certero – mucho más que el análisis, ciertamente pesimista, que yo realizaba desde esta privilegiada ventana – por lo que se hace necesario, por mi parte, hacerme eco del mismo y presentar mi humilde rectificación.
Si bien es cierto que la mayor parte de nuestro sector de la joyería no ha dejado atrás, todavía, su tradicional complejo‘de cueva’, permaneciendo anclada en modos y formas pretéritos, no lo es menos el hecho de que se advierte, cada vez con más pujanza, la entrada en nuestro mundo joyero de un sector de profesionales y empresarios modernos, vitales y aferrados, plenamente, a la más rabiosa actualidad.
Y así, les encontramos presentes en el uso de las nuevas tecnologías, y en el manejo de las redes sociales que –como ocurre en el caso de la citada publicación en Facebook– abren una ventana de comunicación entre todos los que trabajamos en el sector joyero (o en su periferia), permitiéndonos interactuar entre nosotros de una manera que, hace poco tiempo, resultaba impensable.
Por ello, bienvenidos sean éstos vientos de cambio que hacen que, realmente, como dice 925lab, en el sector estén empezando a pasar muchas cosas, y a velocidad de vértigo. Pues de ahí, nacerá una Joyeria mucho más viva y dinámica.
Fernando Yandiola es abogado y director de Yandiola & Rodríguez, Asesores Empresariales, S.L.