Ese es el trabajo que están desarrollando empresas como Robinbrick, una start up barcelonesa dedicada a introducir la inteligencia artificial en el comercio físico.
Esta firma ‘emergente’ ha desarrollado una plataforma basada en la inteligencia artificial y el aprendizaje automático con la que recopila todo tipo de datos en el establecimiento para ofrecer en tiempo real propuestas y soluciones de venta al comerciante. El modelo traslada “la capacidad de análisis y experimentación de la tienda online a la física” explican sus creadores.
¿Cómo funciona?
El sistema se conecta a los datos que realmente importan: ERP, cámaras y/o sensores en el punto de venta, página web de comercio electrónico, datos externos que afectan a la venta como el clima, sucesos o factores económicos... etc.
A continuación, mediante el análisis con inteligencia artificial, se elaboran informes que se adaptan a los Kpi's de cada puesto: CEO, marketing, ventas, diseño de productos, comercialización o empleados “con el objetivo de transformar la organización en un sistema orgánico, rentable y ágil” añaden.