Según el informe del Consejo Mundial del Oro (WGC, en sus siglas en inglés) el mercado indio fue el que experimentó la mayor caída tras desplomarse un 22%. Las causas responden principalmente a dos cuestiones circunstanciales, como ha sido la huelga de joyeros en India contra el impuesto del 1% a la compraventa de joyas, a la que se sumó la polémica decisión de su Gobierno de retirar de la circulación los billetes de 500 y 1000 rupias (6,7 y 13,5 euros), como medida para reducir el dinero negro y la financiación del terrorismo.
Más preocupante parece el caso de China ya que la caída del 13% en su demanda responde a factores estructurales: Los jóvenes chinos no tienen la misma percepción del oro que sus padres y ahora prefieren gastar en viajes y objetos tecnológicos, según el informe.
La importación española crece un 1%
Y a pesar de este retroceso global el mercado europeo no sale tan mal parado, cayendo ligeramente e incluso subiendo modestamente su demanda de oro. El caso de España es uno de los ejemplos, con un crecimiento del 1% respecto a 2015, pasando de las 8,2 a las 8,3 toneladas de oro para joyería. Alemania registra exactamente el mismo aumento y pasa de las 10,2 a las 10,3 toneladas en 2016.
En el lado opuesto se sitúan Francia y Reino Unido con caídas del 4% y 3% respectivamente. Según el análisis del WGC este descenso se explicaría en el caso francés por la inestabilidad social y política fruto del terrorismo y los problemas domésticos, mientras que en UK la caída está también vinculada a la incertidumbre que provoca su salida de la Unión Europea.