Arrastrada por el mal comportamiento del mercado chino e indio (que copan más del 50% de la demanda), la demanda de oro destinado a la elaboración de joyería a nivel global bajó en casi 350 toneladas respecto al año 2015, situándose en un total de 2.041. Nuestro país es uno de los pocos que experimenta un aumento, aunque tímido, del 1% en sus importaciones.