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De Beers inundará la que fuera su primera mina en el Ártico

jueves 22 de diciembre de 2016, 07:00h
De Beers inundará la que fuera su primera mina en el Ártico
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La compañía minera ha anunciado la “ampliación del cuidado y mantenimiento de los recursos minerales en los Territorios del Noroeste hasta que mejoren las condiciones del mercado y los métodos de extracción”. Un eufemismo que en la práctica significa el cierre definitivo y la inundación de su mina de diamantes Snap Lake, situada en Canadá.

La que fuera primera explotación del gigante minero fuera de África ha resultado un auténtico quebradero de cabeza para De Beers y una sangría económica: Después de ocho años la mina no ha dado beneficios a pesar de haberse invertido más de 2.000 millones de dólares en su explotación.

La mina Snap Lake está situada muy, muy al norte, a unos 200 kilómetros de la zona habitada más próxima, la ciudad de Yelloknife, y justo en el borde del círculo polar Ártico. Se inauguró oficialmente en el verano de 2008 aunque los trabajos para acondicionarla comenzaron en 2005. Pero el principal problema no es su latitud, sino la zona donde se ubica.

Su construcción afrontó ya serios problemas técnicos desde el principio, pues la mina está situada en medio de una zona de lagos y para acceder a ella por tierra se necesitaba construir cada año una costosa carretera sobre el agua helada que sólo estaba operativa durante unos pocos meses.

Además, con cada deshielo en la época estival los ingenieros debían afrontar inundaciones que retrasaban los trabajos de extracción y que añadían graves problemas de seguridad a sus más de 700 operarios.


Panorámica de la nueva mina de De Beers en los Territorios del Noroeste de Canadá

De Beers sigue apostando por Canadá

A pesar del cierre de esta mina la compañía está lejos de abandonar el territorio y precisamente en septiembre se inauguró la mayor mina de la zona: Gahcho Kué. Se trata de una explotación a cielo abierto situada a unos 280 kilómetros de Yellownife y que cuenta con unas reservas estimadas de 54 millones de quilates.

La firma ha invertido hasta ahora 500 millones de dólares y cuenta con el 51% de la propiedad. El 48% restante pertenece a otras firmas locales y las previsiones pasan porque la mina esté operativa y pueda comenzar a vender en el primer trimestre de 2017.