National Geographic ha estado trabajando para proteger el área durante varios años y, en 2018, produjo un documental que explora 1.500 millas de la cuenca titulado "Into the Okavango".
El río Okavango, que se extiende por Angola, Namibia y Botswana, es el cuarto más grande de África y alberga uno de los humedales más grandes y con mayor biodiversidad del mundo. El delta del Okavango, río abajo, está protegido actualmente dentro de Botswana, pero las cabeceras vitales que fluyen desde Angola y Namibia no lo están, lo que pone en riesgo el futuro de las personas y la vida silvestre que viven allí. Se estima que casi medio millón de personas dependen de la gran cuenca para su sustento directo, desde la recolección de recursos naturales, como pescado, madera y pasto, hasta la producción agrícola y ganader. National Geographic ha estado trabajando para proteger el área durante varios años y, en 2018, produjo un documental que explora 1.500 millas de la cuenca titulado "Into the Okavango".
National Geographic ampliará sus esfuerzos para proteger la cuenca del río Okavango en el sur de África a través de una asociación de cinco años con un gigante de la industria del diamante
Las cabeceras comienzan a una altura de 4,300 pies en las tierras altas de Angola, donde se le conoce con el nombre portugués de Río Cubango. Desde allí, las aguas se mueven hacia el sur, formando parte de la frontera entre Angola y Namibia y desembocando en Botswana. El Okavango termina como una cuenca cerrada, lo que significa que no tiene salida al mar u otros cuerpos de agua. Su salida finalmente se descarga en el abanico aluvial de Okavango, en el desierto de Kalahari.
La cuenca mayor proporciona una fuente vital de agua para aproximadamente 1 millón de personas, la población más grande del mundo de elefantes africanos y poblaciones significativas de leones, guepardos y cientos de especies de aves. Las aguas de Angola y Namibia están cada vez más amenazadas por la deforestación, los incendios descontrolados, el aumento del comercio de carne de animales silvestres y el desarrollo descontrolado. Si permanecieran desprotegidos, el futuro del delta del Okavango estaría en riesgo. Esta nueva asociación, que utiliza los ingresos de los diamantes de DeBeers para financiar la preservación, ayudará a evitar ese riesgo.