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La clave estaba en la retalla: un diamante rosa alcanza precio récord en Christies

jueves 30 de noviembre de 2017, 07:00h
La clave estaba en la retalla: un diamante rosa alcanza precio récord en Christies
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Christie’s Hong Kong alcanzó sus expectativas en la subasta Magnificent Jewels celebrada anteayer vendiendo el diamante rosa Pink Promise por 31,9 millones de dólares. Su anterior propietario lo retalló y perdió más de un quilate, pero ganó un grado en color y claridad.

Se trata de un diamante fancy vívido de 14, 93 quilates en talla oval de tipo IIa y claridad VVS1 que viene montada en un anillo de platino y brillantes. La casa de subastas tenía un precio estimado para la gema de entre 28 y 42 millones de dólares y, aunque no se ha llegado a la horquilla máxima, su valor supone un “récord de precio por quilate para diamantes rosa mayores de 10 quilates, con 2,1 millones”, según Christie’s.

La venta de esta magnífica gema contrasta con el intento fallido por parte de la casa rival, Sotheby’s, que la semana pasada cerró su gran subasta del año en Ginebra sin vender el diamante rosa Raj Pink.

En este caso se trataba de una gema de mayor tamaño (37,30 quilates) pero de menor claridad (VS1) y color (fancy intenso), y cuyo precio se estimaba entre 20 y 30 millones de dólares. Pese a todo, las pujas no lograron alcanzar siquiera el precio de reserva y el diamante volvió a la caja fuerte, lo que despertó cierta incertidumbre entre los expertos por el estado de salud del mercado de las grandes piedras de color.

La importancia de una buena retalla

La gema que se vendió ayer por casi 32 millones de dólares tiene una historia vinculada a la importancia de rehacer las tallas determinados tipos de diamantes para obtener el máximo valor de ellos.

Y es que el tamaño original del Pink Promise no era de 14,93 quilates, sino de 16,21 y además se trataba de un fancy intenso, no vívido, lo que supone un grado menor y por tanto, menos valor. La nueva talla consiguió al mismo tiempo restarle algunas inclusiones por lo que el diamante pasó de una claridad VVS2 a VVS1, justo un grado por debajo de la 'perfección' Internal Flawless (sin inclusiones), según el certificado del GIA. Y

No es esta una cuestión menor puesto que cuando estamos hablando de estos tamaños de diamantes, un grado por encima o por debajo puede suponer decenas de miles de euros de diferencia.

Así que su anterior propietario, el joyero y gemólogo norteamericano Stephen Silver, decidió arriesgarse y, tras pensarlo durante varios años con un maestro lapidario, apostó por perder más de un quilate de peso para ganar en intensidad de color y en claridad con una retalla de la piedra. Una decisición de lo más acertada por lo que finalmente se ha visto.

“Esa es la clave” según nos comentaba hace un tiempo el proveedor de gemas y director del único taller de talla de diamantes de Madrid, Luis Lozano. Tras un análisis de la gema, sus maestros lapidarios se encargan de reparar diamantes fracturados y también de dar una nueva vida a tallas antiguas de diamante para “mejorar notablemente la rentabilidad del cliente”, explicaba.