Todas esas técnicas adquiridas casi por impregnación, hoy las enseñamos en la escuela JORGC, también sentados en la mesa de joyero y con las herramientas en la mano. Y si nos falta tiempo para practicar, lo suplimos con originalidad y ganas.
Transmitimos el oficio a personas mucho más preparadas que antaño. Personas ricas en vivencias y con alto nivel cultural, que se han movido por el mundo, con estudios de todo tipo, atraídas a la joyería por el arte y el diseño.
Casi nadie llega a la escuela pensando que aprenderá a fabricar las joyas diseñadas por otro, ni se dedicará a hacer composturas. Hoy quieren crear sus colecciones; son gente valiente, con ilusión e ideas nuevas. Compaginan los metales nobles de toda la vida con nuevos materiales y nuevas tecnologías.
En el mundo de la globalización, donde el mismo anillo se encuentra aquí como en Shangai, las nuevas generaciones contraatacan con piezas únicas, personalizadas y diferentes.
Empieza la desglobalización.
Jordi Ferré Estrada es Joyero y profesor de la escuela JORGC