El comercio a pie de calle ha sido uno de los que más ha sufrido la crisis. ¿Cuál es su percepción a día de hoy?
El comercio de a pie es uno de los motores que mueven el sector, pero en los últimos años se ve cada vez más desafiado por nuevos formatos de venta, especialmente el crecimiento de la venta online, sobretodo en productos de primer precio y marcas económicas. La crisis vivida entre 2007 y 2014 impactó especialmente en Cataluña, donde hubo una caída acumulada del consumo superior al 50%. La noticia positiva es que a partir de 2014 empezamos a crecer entre un 3% y un 5% anual de media, y por tanto cierta recuperación está llegando por fin.
¿Ha cambiado el tipo de demanda y el gasto del público respecto a épocas pasadas?
Hay que diferenciar el comercio de proximidad de barrio o de pequeñas y medianas ciudades, que cada día más tiene su supervivencia vinculada a un buen servicio y a una atención más profesional y personalizada, de los grandes centros comerciales o aquellas localidades o calles de algunas ciudades con una gran afluencia de turismo. Aunque en comercios de nivel alto y gracias al turismo se pueden mantener incrementos de ventas de un cierto nivel, en el resto bajan las de nivel medio y se mantienen o suben las de primer precio. No obstante, no debemos perder de vista que en la cesta de compra de los consumidores actuales, ya de por sí más reducida, se está destinado un mayor espacio a la compra de "experiencias" (turismo y gastronomía especialmente) y de artículos de movilidad electrónica.
¿Porqué sigue costando ver joyas de autor en los escaparates de las joyerías?
Aunque existe un interés creciente del consumidor por las joyas de autor, al ser en muchos casos productos más artesanales y con producciones pequeñas, tienen una distribución más limitada. Pero también hay que reconocer en el comercio cierto conservadurismo en el portafolio de producto que ponemos en exhibición ante los consumidores; se debe arriesgar más, porque el consumidor cada vez más busca lo innovador, lo diferente. Y la joyería de autor es un excelente camino para ofrecer esa sorpresa que se exige cada vez más a los comercios.
¿Se están llevando a cabo iniciativas a nivel colegial para fomentar el consumo?
Dado que realmente es difícil cambiar las pautas de consumo de la sociedad, una primera vía es que seamos los comercios quines nos adaptemos a sus las preferencias de consumo. Por ello el Colegio, a través de su Escuela, ofrece un amplio espectro de cursos de formación para profesionalizar el sector y mejorar nuestras capacidades de marketing y ventas.
Asimismo, el JORGC está intentando cada día estar más presente en el mayor número de acontecimientos sociales para promocionar el valor de la joyería y relojería, como ha sido el caso de la Gala de los Premios Gaudí de Cine Catalán. También se está trabajando en un proyecto para presentar joyas de autor en mercados emblemá-ticos de Barcelona, y realizar concursos de diseño, al tiempo que se impulsa la concentración del panorama ferial, con propuestas concurrentes en la actualidad. Además, a través de nuestra sección de Comercio, queremos promover encuentros para debatir sobre los aspectos que provocan cambios como la venta online, nuevos hábitos de consumo de los milennials, el futuro del comercio tradicional...
¿Es el comercio tradicional competitivo frente a los ‘grandes’ de Internet?
Los gigantes como Amazon quieren (y van ganando terreno) monopolizar la venta también de joyas. Los comercios intentan adaptarse y utilizan cada día más las redes sociales para la promoción en general; y desarrollan sus webs para la venta, aunque en breve también tendremos la oportunidad de comprar en Instagram. Lo que está claro es que cada vez más las ventas se harán en el canal online y esto, en vez de hacer más democrática y directa la relación con los consumidores, está concentrando las ventas en unas pocas grandes firmas de distribución digitales.