1. Mayor riesgo político y geopolítico
La incertidumbre política está aumentando el riesgo. Europa celebrará elecciones clave en Holanda, Francia y Alemania en 2017, donde la extrema derecha podría volver a ocupar un lugar relevante en el escenario europeo. Como explican desde el Consejo Mundial del Oro (WGC), el ciclo electoral se llevará a cabo "en un contexto de continua agitación ciudadana, impulsada por una desigual distribución del bienestar económico".
Además, Gran Bretaña debe negociar su salida de la Unión Europea y mientras que la economía del Reino Unido sigue en expansión, la libra cayó tras la decisión del referéndum podría seguir haciéndolo toda vez que los mercados presienten una mayor probabilidad de un Brexit ‘duro’.
En Estados Unidos hay expectativas positivas sobre algunas de las propuestas económicas del presidente electo pero también hay preocupaciones. El dólar ha ganado terreno desde que Trump alcanzó la victoria en noviembre, pero la incertidumbre es abundante. Dado el carácter ‘beligerante’ de esta Administración, los expertos sugieren que “la confianza de los mercados podría verse afectada por las nuevas tensiones geopolíticas provocadas”.
2. Devaluación de la moneda
Es probable que la política monetaria diverja entre los Estados Unidos y otras partes del mundo y se espera que la Reserva Federal de Estados Unidos no efectúe movimientos este año. El comportamiento de otros bancos es un enigma pero en la Unión Europea se espera una continuación del actual estímulo fiscal y política monetaria expansiva, como lo han hecho durante los últimos cinco años.
3. Aumento de las expectativas de inflación
Se espera que los tipos de interés nominales aumenten en Estados Unidos este año, pero todos los economistas pronostican que la inflación también aumentará, por lo que las inversiones en moneda no serán tan rentables.
Es probable que una tendencia inflacionaria al alza respalde la Oro por tres razones: Primero, el oro es históricamente visto como una cobertura frente a la inflación. Segundo, una mayor inflación mantendrá bajos los tipos reales, lo que a su vez hace que el oro sea más atractivo. Y tercero, la inflación hace que los bonos y otros productos financieros resulten menos atractivos para los inversores a largo plazo.
4. Tasas inflacionarias
Los mercados bursátiles tuvieron un repunte significativo en el último tramo de 2016 y, mientras algunos mercados de valores se están recuperando de un desempeño mediocre en los últimos años, en EE.UU. las Bolsas han alcanzado máximos históricos.
Hasta ahora, los inversores han utilizado bonos para proteger su capital en el caso de una corrección bursátil y, a tenor de las circunstancias, el riesgo de una corrección puede estar aumentando. “La expansión de la economía estadounidense no durará para siempre", aseguran los expertos. En este entorno, el papel del oro como diversificador de carteras y cobertura de riesgo es particularmente relevante.
5. Crecimiento asiático a largo plazo
El aumento paulatino de la riqueza en los países asiáticos no ha hecho sino aumentar la demanda del oro en los últimos años. Las tendencias macroeconómicas en Asia así lo indican también.
A modo de ejemplo, la demanda de oro en India y China aumentó de un 25% a principios de los noventa y a más del 50% en 2016, respecto al resto del mundo. Y otros mercados como Vietnam, Tailandia y Corea del Sur tienen también cifras al alza en consumo de oro de inversión.
Y aunque la demanda de joyería en China ha sufrido los cambios en el gusto de los consumidores, el mercado de inversión ha experimentado un notable período de desarrollo. En poco más de 10 años su mercado de barras y monedas se ha convertido en uno de los más grandes del mundo. Los ETF de China respaldados por el oro siguen creciendo también.
6. Apertura de nuevos mercados.
La inversión en oro se está volviendo algo más corriente, accesible a millones de inversores principalmente en Occidente, en la última década. En Japón, por su parte, los fondos de pensiones han aumentado sus tenencias de oro en los últimos años.
La innovación es evidente en todos los mercados. Por ejemplo la Organización de Auditoría de Instituciones Financieras Islámicas (AAOIFI), con el apoyo del Consejo Mundial del Oro, Lanzó la Estándar Shari'ah para el Oro, abriendo la Mundo musulmán a la inversión en este metal.
Para los expertos, esta norma proporciona una orientación definitiva sobre el oro permitiendo que, potencialmente, millones de musulmanes inviertan en oro. Estos factores pueden impulsar la demanda de oro a través de muchos mercados musulmanes como Malasia, los Emiratos Árabes y Arabia Saudí, donde las finanzas islámicas están bien establecidas, y también en otros como Indonesia y Pakistán, con menor tradición inversora.
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