El alza del penúltimo trimestre del año ha estado protagonizado por las firmas joyeras del grupo, con Cartier y Van Cleef & Arpels a la cabeza, que registraron un incremento del 8% en sus ventas (hasta los 1.746 millones de euros de facturación).
La relojería experimentó justamente el comportamiento contrario con una caída del 2% (con 813 millones de euros de facturación) en marcas como A. Lange & Söhne, Baume & Mercier, IWC Schaffhausen, Jaeger-LeCoultre, Panerai, Piaget, o Roger Dubuis, aunque no publica los resultados pormenorizados.
Por regiones
Europa mostró un comportamiento positivo y optimista, ya que las ventas pasan a crecer un 3% después de una caída del 17% en los seis primeros meses del año fiscal de Richemont. Este alza “robusto”, como lo define la empresa se debe principalmente a los buenos registros de Reino Unido y a las compras de turistas extracomunitarios, encabezados por los chinos.
Precisamente es Asia la región que muestra el mejor rendimiento para las ventas de Richemont, con un alza del 10% en el tercer trimestre en China continental y Corea, aunque podría ser mayor si no fuera por la desaceleración de los mercados de Hong Kong y Macao, explican desde el grupo.
El crecimiento es mucho más modesto en Japón y sólo alcanza el 1% aunque se considera como una noticia, después de varios trimestres de caídas. La apertura de la flagship de Cartier en Tokio ha sido precisamente el revulsivo a este periodo de pérdidas.
Por último, ha sido Estados Unidos el país que más ha contribuido a los buenos resultados generales del grupo durante este tercer trimestre, con un aumento del 8% en las ventas, especialmente en el segmento de joyería.
