Tenemos tres tipos de certificados. Uno, denominado ‘Large’, para piedras de más de un quilate (entendido como el peso total de todas las piedras de la joya). Un certificado ‘Compact’, para menos de un quilate. Luego una Jewel card (tarjeta joyera), que es un tipo de tarjeta para cualquier peso de las piedras. Todos tienen una validez de 10 años. El certificado lleva una imagen de la joya y también una imagen más pequeña del diamante principal. Y es que esa es una condición básica: la joya debe llevar diamantes, independientemente de que lleve otras gemas.
¿Cuáles son las novedades de estos certificado? Cuentan con los estándares habituales, como el peso de la joya, tipo de piedras, tipo de tallas, así como una descripción física de la joya..., etc. Subdividimos los diamantes en tres grupos, en función de su peso, y también incluimos información como el nombre del propietario.
En la zona trasera de la tarjeta podemos poner el logo de la empresa, personalizándola. Los diamantes se clasifican según las 4C’s (Peso, Talla, Color y Pureza). Para determinar el color la piedra pasa por tres ‘manos’. Dos personas y un colorímetro, para estar completamente seguros. Determinamos también el tipo de metales que se han empleado, a través del láser, sin alterar la pieza.
El precio del certificado depende del peso total de las piedras. Y ¿Por qué un certificado para joyas? Pues por la misma razón por la que se hace la certificación para las gemas. Podemos confiar en nuestro joyero de siempre, que nos está vendiendo una pieza, pero la confianza aumenta en el momento en que se tiene un certificado de garantía, procedente de un laboratorio de prestigio. Además, todos nuestros certificados cuentan con amplias medidas de seguridad para evitar copias o un uso indebido de los mismos."
.jpg "La firma de complementos joya Blunbow lanza dos diademas en color negro")
_66270081c6fc1.jpg "La trazabilidad certificada es clave en las joyas")
