Están vinculadas a serios daños ambientales, conflictos bélicos, corrupción y trabajo infantil
Una inmensa variedad de gemas de color se presenta en múltiples formas, colores y significados, lo que les otorga un valor simbólico y una identidad que trasciende su función meramente decorativa. Junto a la gemóloga Carmen García-Carballido, el colectivo Origen – Gold for Future ha lanzado una nueva publicación que analiza los impactos en la cadena de suministro de estas gemas y sugiere diversas alternativas para un origen responsable.
En una publicación anterior se detalla que las cadenas de suministro de la mayoría de las materias primas utilizadas en la joyería están vinculadas a serios daños ambientales, conflictos bélicos, corrupción, trabajo infantil y diversas violaciones de derechos humanos en numerosos países del sur global. Esta sombría realidad también se extiende a las gemas de color, que circulan en un mercado opaco y con escaso control, donde participan múltiples actores e intermediarios.
Regiones y mejoras
La extracción de gemas se lleva a cabo en un 90% en naciones de África, Asia y América Latina, donde la minería artesanal suele ser una actividad que permite subsistir, impulsada por la pobreza y la escasez de oportunidades. Es importante para los profesionales y aficionados a la joyería estar al tanto de las diversas problemáticas que se presentan, especialmente durante las etapas de extracción y procesamiento.
La necesidad de encontrar alternativas que contribuyan a crear una joyería con un impacto positivo ha impulsado al colectivo a elaborar un nuevo cuaderno monográfico. Este documento, compuesto por seis capítulos, examina el mercado de gemas de color, las violaciones de derechos y los efectos sobre el medio ambiente.
