Se cumplen diez años desde que el Centro del Diamante de Amberes (AWDC) y la consultora Bain & Company publicasen el primer informe anual abordando el mercado internacional del diamante y la onomástica se celebra con una nueva entrega en la que se analiza el año más turbulento de la industra desde que se tienen registros pero también se ofrecen datos que atestiguan la fortaleza de este sector en sus tres principales mercados: EE.UU, China e India.
El título del décimo Informe Global del Diamante deja poco a la imaginación sobre su contenido: Brillantes bajo presión. La crisis de COVID-19 no tiene precedentes, no solo en términos de su escala e impacto en el mundo entero, sino también en su imprevisibilidad. Y eso también se aplica a la industria del diamante en general, porque si bien la crisis no dejó a la industria ilesa, muy pocas personas habrían predicho que se recuperaría significativamente en la línea de meta.
El diamante sigue en la memoria del consumidor
En el primer mes después del estallido de la pandemia, los negocios en toda la cadena de valor prácticamente se paralizaron, lo que se reflejó en las ventas de joyas de diamantes durante todo el año, que cayeron a unos niveles estimados por esta consultora en el 15% a nivel global.
Una caída que, sin embargo, mostraría al mismo tiempo la resistencia de esta industria si se tiene en cuenta, según los datos recopilados en este estudio que la industria del lujo personal habría caído en torno al 22%.
La producción mundial de diamantes cayó hasta los 111 millones de quilates en 2020, lo que supuso un descenso en torno al 20% respecto al año precedente
En el cuarto trimestre, y especialmente durante la temporada navideña, los consumidores regresaron a los minoristas, cada vez más en internet pero también en las tiendas, que siguen siendo un elemento importante, gastando dinero que no podían gastar en viajes u otras experiencias de lujo en otros artículos, como la joyería.
La encuesta a los consumidores del informe detalla cómo los clientes en mercados clave como China y EE.UU continúan valorando las joyas de diamantes como una parte esencial del matrimonio, el compromiso y las colocan en un lugar destacado en la clasificación de “regalos deseables”.
La pandemia habría acelerado aún más los cambios en la mentalidad de los consumidores. Según la encuesta de Bain, las preocupaciones ecológicas y la sostenibilidad en general están influyendo cada vez más en el comportamiento del consumidor.
Mayor flexibilidad y colaboración
Como consecuencia de la pandemia, la producción mundial de diamantes cayó a 111 millones de quilates en 2020 (un -20%), una fuerte disminución en comparación con la caída media anual del 5% que venía registrando desde 2017.
La pandemia ha acelerado ciertas tendencias como una transformación digital que aumenta la eficiencia y la transparencia, pero también asociaciones innovadoras entre mineros, pulidores y minoristas para comercializar diamantes con mayor eficiencia (como la colaboración entre Lucara Diamonds, HB Antwerp y Louis Vuitton).
“Estos cambios estructurales serán fundamentales para determinar la rapidez con la que la industria puede recuperarse por completo”, afirma el informe. Y aunque esa recuperación está ligada a factores como la epidemiología, la respuesta de los Gobiernos y la confianza de los consumidores, la consultora espera que el repunte continúe en 2021, con un regreso a los niveles prepandémicos en China en la primera mitad de 2021 y en otras partes del mundo para 2022-2023.
“La industria del diamante ha mostrado una notable agilidad frente a una crisis y el ritmo del cambio se ha acelerado”, dice Ari Epstein, director ejecutivo de AWDC. “A lo largo de la cadena de valor de los diamantes, los jugadores se han adaptado rápidamente y los consumidores de joyas de diamantes han demostrado que valoran el producto final y están dispuestos a invertir en él, incluso en tiempos difíciles. Esperamos que la industria se recupere y salga más fuerte de la tormenta".
Descargue en este enlace el informe completo.