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MONOGRÁFICOS GOLD&TIME | EL MERCADO DEL DIAMANTE (I)

La crisis del diamante en el mercado secundario

lunes 25 de enero de 2021, 07:00h
Germán Pajares
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Germán Pajares
Arrancamos una semana en la que nos volcamos en la situación por la que atraviesa el mercado nacional e internacional del diamante abordándola desde un amplia perspectiva: Una recopilación de artículos y entrevistas de mayoristas, tasadores, gemólogos, analistas, representantes de asociaciones internacionales y empresarios... todo bajo el objetivo de elaborar la radiografía más extensa hasta el momento compilada por un medio especializado en joyería, para ofrecer herramientas de conocimiento y análisis para todos los profesionales de este Sector.

Gemólogo, ingeniero de minas y comprador para la firma Bonhill, Germán Pajares nos trae un análisis muy preciso sobre la situación global del mercado secundario del diamante, que afecta sin duda directamente también a nuestro país. En el centro del foco la atracción de las nuevas generaciones a este mercado para evitar que se decante por otros 'lujos'.

Por Germán Pajares | En noviembre de 2016 tuve el privilegio de dar una conferencia en el Instituto Gemológico Español sobre los diamantes en el mercado secundario. Al término, algunos profesionales que asistieron comentaron que quizá había sido demasiado catastrofista sobre la situación en el sector a finales de aquel año. Pero yo tenía muy claro que ya existían una serie de indicadores que alertaban de inminentes cambios.

Cuatro años más tarde, en medio de una pandemia mundial que ha golpeado brutalmente la economía de todos los países, el sector del diamante se encuentra sumergido en una profunda recesión de la que tardará en salir por un tiempo. El Covid ha sido la puntilla, que no la causa, de esta crisis en el diamante.


Estarán de acuerdo conmigo que la combinación de aumentar las ventas de bruto a precios más bajos, y con una demanda que se está frenando, no es el mejor de los escenarios ni muchísimo menos


Volvamos a ese año 2016 y vayamos al principio de toda la cadena de suministro, los grandes productores de diamantes en bruto. Por aquel entonces, por dar un par de ejemplos, en el periodo que va de septiembre a diciembre de ese año, De Beers estaba aumentado las ventas de bruto en un 77%,y Alrosa un 69%. Inclusive Alrosa, facilitaba las compras disminuyendo el precio medio del diamante de calidad gema de los 182 $/ct en 2015 a los 165 $/ct en 2016.

Y todo esto, en un momento, en que era público y notorio que la demanda de joyería se estaba estancando. No lo decía yo, que también, sino el mismísimo Bruce Clever, CEO de De Beers, que en septiembre de ese año dijo textualmente: “Lo que queda de 2016 y el próximo 2017 no van a ser grandes años en cuanto a consumo de diamantes y de joyería con diamantes”. Estarán de acuerdo conmigo que la combinación de aumentar las ventas de bruto a precios más bajos, y con una demanda que se está frenando, no es el mejor de los escenarios ni muchísimo menos.

Tensiones geopolíticas globales

Los siguientes años fueron de gran tensión geopolítica. En 2017 Trump llega a la presidencia de los EE.UU y de todos es sabido la guerra comercial que desató con su gran competidor, China. En los siguientes meses se produjeron diferentes depreciaciones en divisas especialmente expuestas al sector del diamante, como son, el yuan y la rupia. En junio de 2019, y ante los intentos de Pekín de coartar la autonomía de Hong Kong se producen manifestaciones violentas en todo el territorio, y Hong Kong es uno de los principales mercados del sector.

En septiembre de 2019, Trump establece un arancel adicional del 15% sobre las joyas chinas, lo que unido a la tensión existente entre ambos países provoca la desaceleración del turismo chino en suelo americano, y el turista chino representa un porcentaje altísimo de las compras del sector de lujo, diamantes y joyas incluidos. Ante esta situación, el consumidor pierde confianza y prefiere ahorrar a gastar, por lo que pueda venir en un futuro.

¿Qué hicieron los grandes productores de diamantes en esos años? La lógica sería disminuir la producción. Pues bien, el incremento de la producción en el año 2017 fue de 26 millones de quilates, siendo el mayor aumento en un solo año desde 1986. En los dos años siguientes la producción se mantuvo constante hasta una producción casi récord a principios de 2019. Y por supuesto, ofreciendo mejores condiciones de compra y reduciendo precios nuevamente en torno a un 5% adicional.


Se buscan diamantes pulidos que puedan rotar fácilmente, con pesos desde el medio quilate hasta los dos quilates, de coloración F-J y pureza VS2-P1, que estén muy bien tallados (proporciones y simetría excelentes en la escala GIA) y no presenten fluorescencia


Así que a finales de 2019, las ventas de diamantes pulidos caen entre un 10 y un 15% debido a la desaceleración de joyas a nivel mundial. La menor demanda en pulido provocó una caída del 3% en los precios. Y este frenazo resultó en algunos de los márgenes de ganancia más bajos de la historia y encontró a muchos mayoristas con muy altos niveles de inventario.Y ya en enero de 2020 oímos en las noticias algo sobre un virus en China. En febrero Estados Unidos entra oficialmente en recesión. Y en marzo el virus es ya una triste realidad, y a las pocas semanas, la economía mundial se para. En Estados Unidos, la pandemia destruye de golpe en abril 20,5 millones de puestos de trabajo.

¿Qué es lo que se busca ahora?

Con este rápido repaso a la historia de los últimos años, espero entiendan porque decía que el COVID fue sólo la puntilla, que no la causa, de la crisis del sector. Entonces, con todo lo expuesto... ¿Se siguen comprando diamantes en el mercado secundario? ¿Qué es lo que se busca ahora? La realidad es que el mercado está operando al 50% de su capacidad. Los mayoristas son reticentes en hacer grandes compras hasta que no eliminen su exceso de inventario, (que en la situación actual, yo cálculo que puede ser a principios de 2023).

Se buscan diamantes pulidos que puedan rotar fácilmente, con pesos desde el medio quilate hasta los dos quilates, de coloración F-J y pureza VS2-P1, que estén muy bien tallados (proporciones y simetría excelentes en la escala GIA) y no presenten fluorescencia. Diamantes caros, ya sea por alta calidad o elevado quilataje no se venden bien, y si se compran son con grandes descuentos sobre el Rapaport. Como siempre, los diamantes fancy rosa o azul siguen teniendo un especial atractivo.

¿Qué puede hacer el sector para salir de esta crisis? Es evidente que la producción de bruto por fin se ha frenado, aunque sea por causas de fuerza mayor obvias: se han cerrado minas, grandes compañías como Alrosa han reducido sus ventas un 95% y otras directamente han presentado suspensión de pagos. Pero lo fundamental para salir de esta crisis, y en lo que yo hice especial hincapié en aquella conferencia de 2016, era la capacidad del sector para volver a atraer a las nuevas generaciones y reactivar la demanda.

¿Cómo? Invirtiendo en marketing. Aunque en 2019 se invirtieron cerca de doscientos millones de dólares el gasto debe seguir aumentando, ya que se corre el riesgo de que cambien las preferencias de los consumidores de diamantes naturales debido a la falta de apoyo de marketing. Y todo esto, sin perder de vista lo que pueda pasar con los diamantes creados en laboratorio, cuyo mercado sigue creciendo.

Las decisiones que se tomen en el sector estos próximos dos años marcaran la salida a esta crisis. Una crisis que ha golpeado al diamante como nunca antes.

Germán Pajares es gemólogo, perito tasador, experto en diamantes, además de ingeniero de Minas y comprador en la firma Bonhill. Más información en G&T y en su blog www.german-pajares.com