Por Engracia Gómez Nicolás | Antonino Pío fue adoptado por el emperador Adriano y alcanzó el trono el día 10 de Julio del año 138. Su principado se extendió hasta el año 161. Sus dos hijos adoptivos, Marco Aurelio y Lucio Vero, realizaron emisiones de moneda en su memoria y le dedicaron una columna cuya historia ha sido parcialmente documentada por la arqueología. Las monedas emitidas hacen referencia a este monumento y a los símbolos de la divinización del emperador. Antonino seguirá en el recuerdo de otros posteriores emperadores.
Titus Aurelius Fulvius Boionus Arrius Antoninus es conocido tradicionalmente como Antonino Pío. Nació en Italia el 19 de septiembre del año 86 D.C, se educó primeramente con su abuelo paterno en Lanuviumy, en las cercanías de Roma, más tarde en Lorium, ciudad de Etruria también cerca de Roma, con su abuelo materno. Antonino provenía del sur de la Galia, en el actual Nimes y heredó grandes posesiones de su familia.
Fue introducido por el emperador Adriano en el Consejo Imperial y tras la muerte de Lucius Ceionius Commodus (Lucio Aelius Caesar), Adriano decidió el 25 de febrero de 138 adoptar a Antonino y el 10 de Julio del mismo año fue nombrado su heredero. Adriano aseguraba así su sucesión directa e indirecta, ya que a su vez había exigido a Antonino la adopción de Marcus Annius Verus (Marco Aurelio) y de Lucio Ceionio Cómodo Vero Armeniaco (Lucio Vero). El objetivo era dar estabilidad y continuidad al gobierno del imperio dejando decidida de antemano la sustitución de su heredero. Posteriormente Antonino realizó algunos cambios matrimoniales favoreciendo y reforzando más la posición de Marco Aurelio.
Cuatro meses y medio después del nombramiento de Antonino como sucesor, Adriano murió en Baia. Como heredero ya se le había erigido una base marmórea con inscripciones, dedicada en Roma el día 15 de mayo. También apareció mencionado en la inscripción de una base en Cirene. El ascenso de Antonino al trono le convirtió en Imperator Titus Aelius Hadrianus Antoninus cuando tenía 52 años. Cuando fallece Adriano, Antonino se encargó de los procedimientos para que fuera enterrado el cuerpo de Adriano en Roma y conseguir que el Senado concediera su deificación.
Ascenso al poder
Durante el tiempo de su principado (138-161) restauró y terminó edificios que habían comenzado sus predecesores. Estas obras, consideradasde gran mérito arquitectónico, fueron una forma de perpetuar su prestigio a nivel popular. En su mandato consiguió mantener la estabilidad económica, fortalecer su imagen y desarrollar reformas económicas utilizando, incluso, dinero de su propia fortuna personal.
Diversas edificaciones aparecen reflejadas en sus emisiones de monedas, con ocasión de su construcción o renovación. Era práctica habitual en los emperadores romanos que los reversos de las monedas reflejaran obras y monumentos destacados. Es el caso de la columna de Trajano mostrando en sus relieves la conquista de Dacia o la de Marco Aurelio con sus victorias.
Sestercio de Antonino Pío con la personificación de Italia en el reverso. Fuente Wikipedia. Dominio Público
Varios emperadores y emperatrices fueron públicamente divinizados después de su muerte e instalados entre las divinidades oficiales del Estado. En la mayoría de los casos fueron acuñadas monedas conmemorativas en su honor por sus sucesores inmediatos o los cónyuges que le sobrevivieron.
A Trajano, Adriano, o al sucesor de Antonino, Marco Aurelio, les dedicaron columnas decoradas celebrando sus victorias militares. Sin embargo la columna que recuerda a Antonino Pío era lisa, aunque su base estaba decorada.
El monumento más representativo de Pío es el templo del Foro, erigido y dedicado a su esposa Faustina a su muerte (141) y, póstumamente, también a él en el año 161.
Ambos fueron enterrados en el mausoleo de Adriano (CIL 6.986–7).
Camino a la divinización
El funeral de Antonino Pío (funus imperatorum) fue quizá uno de los momentos culminantes de demostración del poder y veneración imperial, marcando el final de un reinado y el inicio de otro. La cremación solemne se llevó a cabo en el Campo de Marte. Tras su incineración, se continuó el proceso de consagración y divinización post mortem según el rito establecido.
La columna conocida como de Antonino Pío fue erigida posteriormente, por petición de sus hijos Marco Aurelio y Lucio Vero, entre los años 161 y 169, si consideramos que Lucio Vero murió entre enero y febrero del año 169. Consistía en una pieza de granito rojo de 14,75 metros (67 palmos en medidas romanas) que no fue tallada ni decorada, pero su base contiene escenas con relieves en tres lados y una inscripción dedicatoria en el cuarto lado, donde aparece la inscripción realizada por sus hijos: “DIVO ANTONINO AVG PIO ANTONINVS AVGVSTVS ET VERVS AVGVSTVS FILII” (Inscripción CIL 6.1004.). El panel opuesto a la inscripción relata la apoteosis de Antonino y Faustina.
Esta base o pedestal se encuentra actualmente en La Cortiledella Pigna en los Museos Vaticanos. Los reversos de algunas monedas muestran que la columna estaba culminada por una estatua de Antonino Pío de cuerpo entero (denario del RIC III nº 439).
Existen documentos arqueológicos y topográficos donde pueden encontrarse datos sobre algunos de sus restos dados los numerosos relatos del siglo XVIII sobre las excavaciones. Se documentan las dimensiones y el material de los cimientos, la altura aproximada de la columna, así como las condiciones en que se hallaba el pedestal con grabados y descripciones. También existen grabados y dibujos de la época mostrando la columna tumbada horizontalmente y alguna de las operaciones realizadas.
A lo largo del tiempo, diversos papas intervinieron, proyectaron y realizaron diversos traslados, emplazamientos, modificaciones y desmantelamientos de monumentos paganos por diversas motivaciones. Un caso especialmente conocido fue el proyecto de Sixto V, realizado en 1586 y 1588 por Domenico Fontana para “cristianizar” las columnas de Trajano y Marco Aurelio y varios obeliscos.
A la izquierda, templo de Antonino y Faustina en el Foro Romano. A la derecha, busto del emperador conservado en el Museo Británico.
La columna perdida
Marco Aurelio, acuñó monedas dedicadas a Antonino Pío (RIC III, números 429-442, denarios), con un patrón fijo de anverso donde se enuncia el estatus del rememorado como DIVVS ANTONINVS y en su reverso las leyendas DIVO PIO y CONSECRATIO, con diversas variantes mostrando la pira funeraria, el ara votiva, águila, Antonino sentado y la columna sobre un pedestal y coronada con la figura de Antonino Pío.
A través de estas monedas, en el siglo XVI, se tenía conocimiento de la columna dedicada a DIVVS PIVS pero, erróneamente, se creía que era la que se encontraba en pie con relieves de los acontecimientos de Marco Aurelio, en la plaza Colonna en Roma.
En la época de Sixto V, que rigió el papado de 1585 a 1590, aún se confundía la columna de Marco Aurelio con la de Antonino. El error podría ser debido a que en los archivos aparecía una relación entre el Templo de Antonino y una columna con la siguiente descripción: 100 pies romanos de altura y 200 escalones. En realidad, se estaba describiendo la columna de Marco Aurelio.
Esta confusión duró hasta 1703. La columna se hallaba en ese momento en el jardín de los Padres de la Misión, en el Campo de Marte, según el informe publicado por Francesco Cancellieri en 1821.
Según Cancellieri, el bibliófilo Cardenal Giuseppe Garampi entregó copia de la documentacióncon los datos de las operaciones realizadas para la erección de la columna a Francesco Valesio, quien las reflejó en su “Diario III; 202” .
Carlo Fontana en 1708 relata los detalles de la conversación que mantuvo Nicola del Giudice, presidente dellestrade, en 1703 con Clemente XI sobre la columna encontrada en los jardines de Los Padres de la Misión. Clemente XI, fue a verla y decidió emprender la operación para su excavación y levantamiento. El día 26 de noviembre de ese mismo año se encontraba su base y se confirmaba, por las inscripciones, que era la columna de Antonino.
Entre 1703 y 1704 se sugieren diferentes lugares para establecer la columna. Desde que se decide mover la columna en 1703 hasta 1705 hubo fuertes polémicas y enfrentamientos entre arquitectos e ingenieros buscando el plan más rápido y económico. Finalmente, según indicación de Valesio, se nombró a Carlo Fontana como director de las obras, auxiliado por su hijo Francesco Fontana.
En 1704 se intenta poner en pie la columna que en la operación de izado cayó sobre la base y queda dañada. En 1705 se trasladó por orden de Clemente XI a la plaza de Montecitorio. En ese mismo año se emplazó la base en la citada plaza.
La base fue restauradaen 1706 por dos escultores, Vincenzo Felice y Francesco Giuseppe Napolini, terminando su trabajo en 1708. Durante varios años se plantearon diferentes proyectos referentes a la columna que no llegaron a realizarse, por lo que ésta quedó en el suelo, a la vista. Algunos visitantes así lo mencionaron en sus escritos.
Valesio comenta que en el año 1742 una comisión decidió mover la columna de nuevo a la plaza opuesta de la puerta de la Misión y colocar la base en la misma plaza. El arquitecto y grabador veneciano, Giovanni Battista Piranesi comentó primeramente que había sido dañada por el fuego, pero más tarde admitió que tanto la columna como el pedestal habían sido gravemente dañados previamente en la elevación y transporte de ambos. De hecho, la columna estaba protegida con una cobertura de madera que en 1764 se incendió.
Al cabo del tiempo, varios tramos de la columna fueron utilizados en otros monumentos como el obelisco solar de Augusto. Algunas partes se emplearon en las escaleras del palacio Braschi y, según parece, también en la sacristía de la basílica de San Pedro. En el año 1789 se informó sobre el traslado del pedestal al Vaticano, mencionándose que estaba muy deteriorado.
El director del Museo Vaticano, en ese momento el escultor Giuseppe de Fabris, comentó que el pedestal se encontraba en los jardines del Vaticano muy desfigurado. Él estuvo a cargo de su restauración desde 1841 hasta la finalización en 1846.
La decoración de uno de los lados desarrolla la apoteosis de Faustina y Antonino, quienes están representados de medio cuerpo, ascendiendo al cielo sobre la personificación alegórica del joven Aion alado y desnudo que levanta en sus alas a la pareja imperial. Aion lleva alrededor de su brazo izquierdo una serpiente enrollada, y en él sostiene el globo terráqueo, adornado con el anillo del Zodíaco, la luna y las estrellas.
Los cuerpos de la pareja imperial miran al espectador. A cada lado un águila sujetando las alas para ascender al empíreo, un símbolo de la apoteosis.En la parte inferior se encuentran la diosa Roma con casco y escudo yla loba amamantando a los dos niños, origen de Roma.
En dos lados del pedestal se encuentran dos escenas casi idénticas de un desfile militar, el decursio, procesión honorífica con miembros de la guardia pretoriana cabalgando con sus estandartes, que formaba parte del funus imperatorum y que evocaban reminiscencias republicanas de reconocimiento a los difuntos pertenecientes al ordo senatorial (transvectioequitum) y vinculada a los funerales de los héroes (decursio Troiae).
Las monedas conmemorativas y de restitución de la figura de Antonino Pío muestran diversas vertientes dignas de resaltar.
Denario emitidos por Marco Aurelio
En los últimos años de Antonino Pío Marco Aurelio fue asumiendo un papel cada vez más importante. El día 7 de marzo del 161 falleció Antonino Pío en Lorium, a los setenta y cinco años de edad. En presencia de los prefectos del Pretorio, Furio Victorino y Cornelio Repentino, amigos y miembros del consejo imperial, encomendó el Estado a Marco Aurelio y a su hija Faustina II dándoles órdenes que la estatua de oro de la diosa Fortuna, que solía hallarse en el dormitorio de los emperadores, fuera trasladada al de Marco Aurelio y Faustina II indicando con ello que les transfería el trono a ambos .
El Senado confirió los poderes a Marco Aurelio, quien pidió que se le concedieran simultáneamente poderes iguales a su hermano Lucio Vero, y los dos emperadores estuvieron gobernando aunque Marco Aurelio dispusiera de más auctoritas.
Se fundó un nuevo colegio sacerdotal para el culto imperial a la muerte de Antonino: los Sodales Antoniniani, y se erigió en su honor una columna en el Campo de Marte; A la primitiva inscripción del arquitrabe, del templo dedicado a Divae Faustinae, se sumó posteriormente en el friso el nombre de Divo Antonino y se celebraron juegos circenses en su honor.
La consecratio, como ceremonia que forma parte de una secuencia ritual pública, comienza con la muerte del emperador y acaba con la elevación al cielo del espíritu o imagen del difunto en la apoteosis.
El funus imperatorum, al igual que para emperadores anteriores, se realizó en el Campo de Marte, con rituales de consecratioy apoteosis . Acabada la cremación, se enaltece al difunto con el título dedivus.Para asegurar sutránsito y bienestar, bastaba asegurarse de realizar el viaje en las condiciones adecuadas, con la protección ritual o divina necesaria y obtener de los herederos el conveniente mantenimiento de ese definitivo lugar de reposo .
Se realizó una construcción cuadrada como pira (rogus), decorada exteriormente con tapices, estatuillas y pinturas. Disponía de cuatro cuerpos hacia arriba cada vez más reducidos en forma de torre, Una antorcha prendería fuego alrededor de la pira y finalmente aparecería volando un águila representando la elevación a los cielos del difunto, la apoteosis.
Utilizando estos símbolos, Marco Aurelio hizo acuñar monedas conmemorativas recordando al emperador fallecido y divinizado. En los anversos figura la imagen de Antonino Pío como DIVVS ANTONINVS y en los reversosdos tipos de leyenda, CONSECRATIO y DIVO PIO.
La colección del Museo Arqueológico Nacional (MAN) incluye denarios con ambas leyendas y diferentes tipos, emitidos en Roma a partir del año 161. Sus reversos contienen las figuras del águila (12), altar (8), pira (14), columna (5) y la imagen de Antonino sentado (4), en total 43 denarios con RIC III.429, 430, 431,433, 436, 439, 441, 442 [de M. Aurelio].
ANTONINIANOS acuñados por Trajano Decio
Durante el año 251, Trajano Decio procedió a emitir antoniniani para recordar a determinados emperadores (restitutiones)y prestigiar su propia figura como emperador, intentando recuperar la estabilidad perdida como consecuencia de determinados procesos violentos de acceso al poder. Recuperó los numenes de los emperadores precedentes que, en ese momento, eran considerados como tales divitras su muerte.
Entre estos emperadores “restituidos”, se encuentra Antonino Pío. En el MAN, existen 8 antoninianos en los que se le recuerda como divo, apareciendo con corona radiada y con leyendas en el reverso de DIVO PIO y CONSECRATIO y dos variantes, una con altar votivo (seis piezas) y otra con águila (dos piezas) RIC IV, 89 Y 90[ Trajano Dacio].
Un antoniniano del Divo Caro con la leyenda consecratio y un altar ardiente en el reverso. Fuente: Wikipedia. Dominio Público.
Las monedas conmemorativas y de restitución de la figura de Antonino Pío, muestran diversas vertientes dignas de resaltar. Por un lado, la gran importancia de los símbolos de la liturgia funeraria para enaltecer y reforzar la imagen del emperador tras su muerte, especialmente cuando su sucesor se instala en el poder con el beneplácito del antecesor fallecido. Además, evidentemente, las emisiones pretenden subrayar la legitimidad del nuevo regidor.
Es conocido que las monedas de Antonino Pío y sus sucesores continuaron circulando bajo el periodo de los Severos. Por tanto, la figura de Antonino era de común conocimiento de la población.
En el caso de Decio Trajano, las monedas de restitución no se realizan para homenajear a un antepasado concreto, sino para mejorar la imagen del emisor en situación de crisis, tratando de asemejarse a figuras históricas de prestigio recordadas popularmente.
También, las monedas conmemorativas han servido como guía arqueológica de las sucesivas generaciones de historiadores para conocer la existencia de antiguos monumentos e identificar los restos hallados. Es el caso evidente de la columna de Antonino Pío, a pesar de la confusión en un cierto periodo con la columna conmemorativa de Marco Aurelio.
Engracia Gómez Nicolás es Licenciada en Historia por la Universidad Complutense de Madrid.