La rebaja se sitúa más de un 10% según varios medios especializados internacionales, ya que la compañía no ha emitido una nota oficial, y viene precedida por las críticas que desde la industria se han venido haciendo a De Beers durante los últimos meses por su negativa a reducir precios para reactivar el mercado.
La nueva estrategia de la empresa llega también a consecuencia de un catastrófico primer semestre en el que sus ventas se desplomaron el 97%, aunque bien es cierto que ha conseguido recuperarse durante agosto vendiendo seis veces más que en todo lo que llevaba de año (unos 320 millones de dólares).